Roma: Piazza Navona
En esta plaza se concentran fuentes, esculturas y edificios de gran valor artístico lo que la constituye en una de las plazas más famosas de Roma. En la novela (y película) Ángeles y demonios de Dan Brown (2009) aparece la Fuente de los Cuatro Ríos como uno de los “altares de la ciencia”.
La Piazza Navona está situada en la antigua ubicación del Stadium construido por Domiciano en el siglo I (conocido como Circus Agonalis, pues aquí se celebraban los juegos agones) y restaurado en el siglo III por el emperador Alejandro Severo, con 276 metros de longitud y 106 metros de anchura, con capacidad para 30.000 espectadores.
Hay 3 fuentes en esta plaza:
FONTANA DEI QUATTRO FIUMI
La Fuente de los Cuatro Ríos está situada en el centro de la plaza. Fue construida por Gian Lorenzo Bernini entre 1648-1651, por encargo del papa Inocencio X.
Las cuatro estatuas de la fuente representan a los 4 ríos más importantes de la época: el Nilo (África), el Danubio (Europa), el Ganges (Asia) y el Río de la Plata (América).
En el centro de la fuente está asentado el Obelisco Agonale (o de Pamphilius)
FONTANA DEL MORO
Esta fuente del extremo sur de la plaza fue creada por Giacomo della Porta y perfeccionada por Bernini, que posteriormente añadió los delfines y el moro. Fue conocida en sus inicios como la «Fuente del Caracol».
FONTANA DE NEPTUNO
Al igual que la Fuente del Moro, la Fuente de Neptuno fue diseñada por Giacomo della Porta, pero permaneció en el abandono desde su creación hasta 1873, cuando la obra fue finalizada por Zappalà y Della Bitta, añadiéndose las estatuas de Neptuno y las Nereidas.
Otro de los elementos importantes de la plaza es la Iglesia de Santa Agnese en Agone, levantada para el culto a Santa Agnese. Cuenta la tradición que esta niña fue expuesta desnuda en la picota para obligarla a renunciar a su fe cristiana; pero, milagrosamente, sus cabellos empezaron a crecer y la cubrieron completamente. El papa Inocencio X (Pamphili) encargó (1652) construir el templo a los arquitectos Rainaldi, Girolamo y su hijo Carlo, aunque después los sustituyó Francesco Borromini que añadió la fachada curva. En 1660, Ercole Ferrata colocó en la fachada una imagen de Santa Agnese rezando durante su martirio.
(J.A.T.)