Roma: 13 obeliscos antiguos
El obelisco (u óbelo) es un monumento de piedra con forma de pilar, con 4 caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado superiormente en una pequeña pirámide (piramidión). Los antiguos obeliscos eran tallados en un solo bloque de piedra (monolitos) que se colocaban a pares a la entrada de los templos egipcios.
El más antiguo conocido data de alrededor del siglo XXV a. de JC, correspondiente a la V dinastía egipcia, del faraón Userkaf, aunque ningún documento egipcio revela cómo se erigían.
La ciudad de Roma tiene 4 obeliscos modernos:
- Villa Médicis, copia del siglo XIX del original, encontrado en los jardines y llevado a Florencia.
- Dos obeliscos en la Villa Tordonia (1842), hechos en granito de Baveno.
- Foro Itálico (1932). Tiene 17,5 m. y está hecho en mármol de Carrara. En origen se dedicó a Benito Mussolini, conteniendo la inscripción Mussolini Dux.
- Marconi (1959), con 45 m. y está ubicado en el centro del distrito EUR (Esposizione Universale Roma). Está dedicado al inventor del radiotelégrafo, Guglielmo Marconi y construido para los Juegos Olímpicos de 1960. Tiene 92 paneles de mármol blanco con ilustraciones de la carrera de Marconi.
Pero también hay obeliscos antiguos, hasta un total de 13, de los cuales 8 proceden de Egipto y son 5 de la Roma antigua. Pero, antes de repasar la historia de los actuales 13 obeliscos antiguos, hemos de decir que también llegó a haber un obelisco etíope, de unos 1.700 años de antigüedad, el Obelisco de Aksum, hecho de granito, con una altura de 24 metros y un peso de 160 toneladas (foto superior).
Durante la ocupación de Etiopía en 1937, las tropas fascistas se lo llevaron de Aksum. Los soldados de Mussolini tuvieron que allanar unos 400 kilómetros de terreno entre Aksum y el puerto de Massaua, en el mar Rojo, y de allí llevarlo en barco a Italia. Benito Mussolini (Il Duce) quería emular a los césares romanos que se llevaron los obeliscos egipcios así como vengar la derrota del ejército italiano en Adowa, en 1896, y, por ello, lo erigió delante del Ministerio de Asuntos Africanos, en la Piazza di Porta Capena, en Roma.
Al caer el fascismo, Italia asumió el compromiso de devolver el obelisco, aunque dicha devolución no fue nada fácil, pues ésta no se llevó a cabo sino hasta abril de 2005. Incluso, un rayo cayó sobre el monumento en 2002, lo que para algunos fue un mal presagio y se llegó a hablar de “la maldición del obelisco”.