Adolf Eichmann fue un oficial de alto rango del régimen nazi. Sirvió como Obersturmbannführer (Teniente Coronel) de la Shutzstaffel (SS), y fue unos de los principales organizadores y responsables directos de la llamada Endlösung o “Solución Final” al problema judío -especialmente en Polonia-, y del transporte de los deportados a los campos de concentración y exterminio.

Tras una búsqueda de 14 años, mientras vivía plácidamente y considerándose seguro, fue capturado por el Mossad, en una acción típica de una película de acción.

Retrocedamos un poco en la historia…

Según su propia confesión, Eichmann recibió de Heydrich la orden de Hitler de que todos los judíos de la Europa que los nazis controlaban fueran asesinados después de conquistar la Unión Sovietica. Pero el fracaso de esa campaña y la entrada de los EE.UU. en la guerra precipitaron las cosas, y Hitler ordenó que fueran eliminados inmediatamente. Para ello, se organizó la Conferencia de Wansee, con los principales líderes nazis presentes, para determinar cómo se llevaría a cabo dicho exterminio. Bajo la supervisión de Eichmann comenzaron casi de inmediato las deportaciones a los campos de exterminio de Sobibor, Belzec y Treblinka y otros. Comenzaba la Operación Reynhard, en honor de Heydrich.

La oficina de Eichmann fue la responsable de recoger información sobre los judíos de cada zona, incautar sus propiedades y programar trenes para su deportación. Así, fue el creador de los trenes de la muerte, supervisor de los campos y sus cámaras de gas.

Hacia el final de la guerra, en octubre-noviembre de 1944, forzó a decenas de miles de judíos a marchar una distancia de unos 210 km, entre Budapest y Viena, en lamentables condiciones. Uno de sus ayudantes, Alois Brunner, dirigió las deportaciones de judíos de Viena, Moravia, Tesalónica, Niza y Eslovaquia. Desapareció y recibió asilo en Siria.

Finalmente, Adolf Eichmann fue capturado por los estadounidenses y estuvo en varios campos de oficiales SS, como papeles falsificados con el nombre de Otto Eckmann. Logró escapar y obtener nueva identidad falsa, ahora con el nombre de Otto Heninger, mientras en los Juicios de Núremberg, Rudolf Höss y otros lo acusaron dando pruebas de sus crímenes.

1950: Obtuvo un “certificado de indulgencia” de la Iglesia Católica para entrar en Argentina bajo el nombre de Ricardo Klement. La identidad la obtuvo a través de la ruta vaticana, gracias a Alois Hudal, un obispo residente en Italia con simpatías nazis.

1937: Hudal publicó la obra “Los fundamentos del nacional-socialismo”, tratando de unir el catolicismo con la visión “cristiana” y “conservadora” del nazismo.

Después de la guerra, fue uno de los principales organizadores de las Ratlines (Líneas de Fuga) facilitando la huida de importantes criminales de guerra a Sudamérica: Adolf Eichmann, Gustav Wagner, Alois Brunner, Erich Priebke, Eduard Roschmann, Franz Stangl, Walter Rauff, Klaus Barbie y Josef Mengele, entre otros. Se calcula que unos 50.000 nazis se asilaron en Argentina y, desde allí, derivarse a otros países como Paraguay, Uruguay, Chile, Brasil y Bolivia.

Del mismo modo, algunos nazis, como el austriaco Otto Wächter, estuvieron viviendo en Roma después de la guerra con total impunidad bajo la protección de Hudal.

Finalmente, en 1952, por su actitud, fue obligado a dimitir de su puesto como Rector del Colegio Santa María dell’Anima. No obstante, nunca manifestó arrepentimiento por sus acciones.

1959: El noviembre de ese año la Corte Suprema de Buenos Aires (Argentina) había rechazado una petición de extradición formulada por un land de Alemania contra el médico de Auschwitz, Josef Mengele, quien realizaba espeluznantes experimentos genéticos. El argumento era que la Constitución argentina impedía la “extradición por causas políticas”. Esto indicaba que una solicitud de extradición contra Adolf Eichmann tampoco sería admitida.

J.A.T.