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Serge y Beate Klarsfeld
Serge, abogado historiador y escritor judío francés de origen rumano, y su esposa, Beate, alemana e hija de un soldado de la Wehrmacht, dedicaron su vida a perseguir nazis, y llevan cerca de 60 años haciéndolo. Uno de los casos que más les impactó fue el del velódromo de invierno del Vél d’Hiv, en París, en 1942, en el que la policía francesa detuvo a 4.000 niños judíos y los deportó a Aus
chwitz, donde todos fueron asesinados.
Uno de sus éxitos fue la captura de Klaus Barbie (“El carnicero de Lyon”), jefe de la Gestapo y jefe de la estación SD de Lyon, Francia.
Tras la guerra, Barbie trabajó para la inteligencia militar USA en Alemania.
En 1951, se estableció en Bolivia bajo el nombre de Klaus Altmann, un próspero hombre de negocios. Fue detenido en base a las huellas dactilares dejadas en una fotografía. Durante su juicio de 1987 en Francia, Barbie fue acusado, entre otras atrocidades, de la responsabilidad de una redada en la Unión General de Judíos Franceses en Lyon, donde se arrestaron unos 85 judíos que fueron deportados al campo de Auschwitz (Polonia). También fue el verdugo de 44 niños judíos de la colonia de vacaciones de Izieu, a quienes envió al campo de Grancy para, unos días después, ser gaseados en Auschwitz.
El 4 de julio de 1987, Barbie fue encontrado culpable de crímenes contra la humanidad y condenado a cadena perpetua.
También llevaron al banquillo a Kurt Lischka (Jefe de la Gestapo de París), Herbert Hagen y Ernst Heinrichsohn.
Su “espina clavada”, al que no pudieron atrapar fue al ayudante de Adolf Eichmann, Alois Brunner, responsable de enviar a unos 100.000 judíos de Europa a las cámaras de gas. Les queda el consuelo de saber que le amargaron sus 10 últimos años de vida, pues Brunner estuvo viviendo en una bodega húmeda, casi sin alimentarse. Ya había perdido 2 dedos de una mano, como consecuencia de un paquete bomba del Mossad israelí, y había perdido un ojo en otro atentado de los servicios secretos franceses.
Tuvieron una vida de sobresaltos, por esta dedicación, escapando de 2 atentados (coche bomba y paquete explosivo) probablemente perpetrados por la organización criminal ODESSA.
2018: El presidente francés Emmanuel Macron condecoró a Serge con la más conocida e importante distinción francesa: la Gran Cruz de la Legión de Honor. Beate recibió la Orden Nacional del Mérito, que se una a la que recibió en 2014, la Legión de Honor con el 2º grado más importante, el de Gran Oficial.
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Tuviah Friedman
La obsesión de este hombre en su centro de documentación, al igual que Wiesenthal, era la de dar caza a Adolf Eichmann, el cerebro práctico del Holocausto, quien hizo circular los “trenes de la muerte”.
Tadek, como era conocido, Friedman, nació en Polonia. Su padre era impresor y su madre tenía una tienda de ropa. Sus padres murieron asesinados por los nazis, así como Hershela e Ikta (su hermano y hermana menores).
Logró sobrevivir a los guetos, a los trabajos forzados de los campos, y todo ello fue endureciéndole para poder sobrevivir.
1944: Al terminar la guerra se unió al ejército polaco y enviado a Danzing para buscar a soldados alemanes escondidos, demostrando un talento asombroso en tal objetivo, manifestando su enorme rabia.
Tadek se enteró, bastante tiempo después de acabar la guerra, de que Bella (su hermana mayor), que había sido deportada a Auschwitz, había sobrevivido.
1946: Escapo de un campo de trabajo por las alcantarillas y se unió a la milicia semioficial polaca. Después contactó con Bricha, una organización que llevaba a Palestina a judíos sobrevivientes. Mientras tanto se dedicó a “cazar” nazis por su cuenta. Protagonizó un episodio rocambolesco para lograr su objetivo: para atrapar a Konrad Buchmayer, un oficial SS se introdujo en un campo de prisioneros de los Aliados, haciéndose pasar por un oficial nazi capturado, vistiendo, incluso, un uniforme rasgado de las SS.
El punto de inflexión para su objetivo en la vida llegó en una entrevista con el Haganah, una organización paramilitar secreta israelí, quien le pido su colaboración para perseguir a criminales de guerra. Aquí le hablaron de Eichmann y de la importancia de capturarlo. A partir de aquí, una de sus “fijaciones” fue dar con su paradero.
1952: Su esposa, Anna, le convenció para emigrar a Israel; pero siguió con Eichmann en su mente. Como estaba convencido de que se ocultaba en Kuwait, lo anuncio por todo el mundo, y hasta ofreció una recompensa de 10.000 dólares por su captura aunque no tenía dinero para respaldarla. Esto hizo que recibiera la carta de indignación de una persona que decía haberlo visto en Argentina. Esto hizo enfocar en ese país las pesquisas y la llamada Operación Garibaldi, de forma que el Mossad lo secuestró allí, y lo llevó a Israel. No obstante, hay que admitir que las pesquisas de Friedman y Wiesenthal fueron la clave para la resolución de esta “caza”.
El horror y el sufrimiento del que fue testigo y parte hizo que su vida centrara en dar caza a los responsables de tanto sufrimiento. Mientras que Wiesenthal era más “políticamente correcto” hablando de “hacer justicia”, Friedman hablaba claramente de VENGANZA. De hecho, era conocido como El Despiadado. Incluso sus memorias, escritas en 1961, manifestaban ese sentimiento al titularlas El Cazador (The Hunter).
Entre los dos ayudaron a capturar a alrededor de 250 nazis relacionados con crímenes de guerra.
Tuviah Friedman fue Director del Instituto para la Documentación de los Crímenes de Guerra nazis, en Haifa (Israel). Falleció en enero de 2011, a la edad de 88 años.
J.A.T.
Agradecimiento: The New York Times
Foto Serge Klarsfeld: Claude Truong-Ngoc – CC BY-SA 3.0
Foto Beate Klarsfeld: Claude Truong-Ngoc – CC BY-SA 3.0
Foto Tuviah Freidman: אין – CC BY-SA 3.0
