Museo Casa Botines […]
Como en la época en que se construía la Casa Botines ya se estaban desarrollando teorías higienistas que explicaban cómo la forma de vida que tenían las personas en las casas podía influir a su mayor calidad y esperanza de vida, Gaudí colocó 365 ventanas en el edificio, una por cada día del año. Esto aportaba muchísima luminosidad. Además, su sistema de “guillotina” permite abrirlas y crear una pequeña rendija al principio para crear una pequeña corriente de aire que ventile sin que se pase mucho frío.
Por otra parte, en los patios también se creaban corrientes de aire porque tienen forma de embudo. La parte baja es mucho más estrecha que la alta y esto permite crear corrientes de aire a la vez que permite iluminar todas las estancias por igual.
Otra característica de la Casa Botines son los torreones que, aparte de darle ese castillo a aspecto de castillo medieval, también mejoran mucho la luminosidad, por ejemplo, las esquinas de un edificio. Normalmente no se pone una ventana en una esquina; pero al hacerlo, se podía tanto ventilar como ofrecer más luminosidad.
Como decoración están las vidrieras que, en un principio, cuando se construyó era simplemente una cuadrícula. Luego, unos años después, se añadieron escudos de las actividades económicas de la provincia de León, cuando ya era Caja de Ahorros, un poco por relacionar las actividades de la provincia con el edificio.
Para Gaudí siempre fue muy importante el binomio de combinar madera con metal. Le importaba mucho la naturaleza y además de provenir de una familia relacionada con el trabajo en el metal. Por ello, lo combina en todas sus obras y aquí no iba a ser menos. Encontramos esa combinación en elementos como las mirillas y las puertas que son originales del edificio. En los tiradores, los pomos en la verja, hacía formas de animales, formas naturales, un poco para combinar estas dos cosas.
Uno de los símbolos de este edificio es la escultura de San Jorge y el dragón, en la fachada principal, encima de la entrada, colocada unos 2 años después de acabadas las obras: el 15 de noviembre de 1893.
En un principio a las gentes de León no les hacía mucha gracia que fuera San Jorge, el Patrón de Cataluña. Ellos preferían colocar a la Virgen del Camino. Pero una cosa muy curiosa es que la leyenda de San Jorge, que se narra en la Leyenda Dorada, escrita por el monje italiano Jacopo della Voragine (siglo XIII) cuenta cómo un dragón vivía a las puertas de una ciudad medieval y se comía a las personas que vivían allí. La leyenda pretendía demostrar la victoria del Cristianismo y la Virtud (San Jorge) sobre el paganismo y el pecado (el dragón), Al final, San Jorge decidió llegar y salvar la ciudad. Y a Gaudí le parecía muy curioso y apropiado ponerlo por sus similitudes:
- el dragón vivía en una laguna, y el terreno donde se construyó la Casa Botines era conocido como La Laguna,
- el dragón vivía a las puertas de una ciudad medieval, como lo es León.
El uso de los símbolos que representan al santo, como el caballero clavando su lanza al dragón (o la cruz roja sobre fondo blanco), está muy extendido en la heráldica europea. San Jorge es el patrón de Cataluña y de Aragón, pero también lo es de Portugal, Inglaterra, Georgia, Rusia y de otras muchas ciudades, regiones y países del continente. La cruz del santo forma las banderas de Inglaterra y Georgia, y protagoniza los escudos de Londres, Milán, Barcelona y Almería, entre otras muchas ciudades de Europa. Además, la escena del soldado romano matando a la bestia forma parte de los blasones de Aragón, Rusia y Georgia.
Se cuenta que, en 1953, durante unas obras que pretendía sustituir la estatua por la de la Virgen del Camino, se encontró detrás de ella una especie de “cápsula del tiempo”, un tubo de plomo que contenía documentos con información sobre la obra, el contrato de compra del solar, planos del edificio firmados por Gaudí, y el acta de fin de obra.
En 1956, se sustituyó la estatua por una réplica elaborada por Andrés Seoane, conocido por la réplica que hizo de la Virgen Blanca de la catedral de León, y su trabajo durante el incendio de dicha catedral acaecido en 1966.
1931: La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León adquirió el edificio.
1969: El 24 de julio fue declarado Monumento Histórico.
1994: Pasó a ser propiedad de Caja España.
2016: Se crea la Fundación España-Duero tras la fusión de Caja España y Caja Duero.
2017: La Casa Botines dejó su uso como entidad bancaria y se convirtió en el Museo Casa Botines Gaudí.
2018: La propietaria del edificio cambia su nombre por el de Fundación Obra Social de Castilla y León (FUNDOS).
J.A.T.
Damos un especial reconocimiento y agradecimiento a Marta Sabugo, del Área de Educación, Acción Cultural y Difusión de Casa Botines, por su valiosa aportación y colaboración para el texto e imágenes de este artículo.
Museo Casa Botines