EGIPTO: EL VALLE DE LOS REYES
El Valle de los Reyes es el lugar de enterramiento de la mayor parte de los faraones, desde Tuthmosis I en adelante, de las Dinastías XVIII, XIX y XX, y de algunas reinas, príncipes y nobles, y era conocido como Gran Campo (Ta-skhet-ma’at), aproximadamente desde 1580-1085 a. JC.. A diferencia de los faraones del Reino antiguo, con sus pirámides, estas tumbas se excavaron en plena roca y, después de introducir la momia, fueron selladas por la parte superior.
Se compone de 2 valles -situados en la orilla occidental del Nilo-, y el sistema empleado para identificar los lugares de enterramientos consiste en dos consonantes KV (King’s Valley = Valle de los Reyes), para el valle principal, al Este, que identifica el lugar donde están emplazadas, más un número de orden. En el Valle de los Monos (al Oeste) las tumbas se ordenan con las letras WV, (West Valley = Valle Oeste) quedando aclarada su posición geográfica. Se han descubierto 65 tumbas en el Valle de los Reyes (KV), aunque en su mayoría están en estado ruinoso o son inaccesibles. Tan solo 17 tumbas pueden ser visitadas, aunque algunas exigen un permiso especial.
La tumba KV62 es la del famosísimo Tutankhamón, que fue descubierta por Howard Carter en el año 1922, tras 6 años de búsqueda. Sin embargo, no es la tumba más “bonita” ya que hay otras mejores con menos “fama”. Es la más pequeña del valle; solo la historia de este faraón y su grandioso tesoro justifica el interés de los turistas. Tutankhamón comenzó a reinar con solo 9 años, y fue faraón durante otros 9, muriendo a la edad de 18 años. Tras su muerte, fue momificado y envuelto en 16 capas de lino, y metido en un sarcófago que, a su vez, se metió en otros 3 sarcófagos (uno dentro de otro), hechos de cedro del Líbano y recubiertos totalmente con oro. Nunca antes se había descubierto una tumba tan colmada de tesoros.
Aparte de esta, otras tumbas más importantes son:
- KV17 – Tumba de Seti I (1291-1278 a. JC.)
- KV34 – Tumba de Tuthmosis III (1504-1450 a. JC.)
- KV35 – Tumba de Amenhotep II (1453-1419 a. JC.)
- KV47 – Tumba de Siptah (1193-1187 a. JC.)
- KV57 – Tumba de Horemheb (1321-1293 a. JC.)
- WV23 – Tumba de Ay (1325-1321 a. JC.)
La decoración de las tumbas del valle se basa en 2 aspectos:
- El faraón que reza y hace ofrendas a los dioses
- Hacer una descripción del «otro mundo» con textos e ilustraciones.
Los egipcios creían que la Tierra era plana y por ello, que el sol, al ponerse por el oeste, iba al reino de los muertos. Así todas las tumbas se situaron en el lado oeste del Nilo. Ra (dios de la vida) acompañaba al sol en su viaje nocturno (junto a 12 diosas que personificaban las 12 horas del viaje a través de la oscuridad) y se reunía con Osiris (dios de los muertos).
Su forma de contar el tiempo era:
- AÑO: de 365 días y un cuarto.
- MESES: 12 meses de 30 días y un mes de 5 días.
- SEMANA: de 10 días.
- DÍA: 12 horas de día y 12 horas de noche. La hora era la unidad de tiempo más pequeña (no tenían ni minutos ni segundos).
Así, tras 12 horas de oscuridad renacía el sol y, con él, la resurrección de los muertos bendecidos.
Ese juzgar a los muertos está en la parte más conocida de El Libro de los Muertos como el representado en el Juicio de Osiris del Papiro de Hunefer (alrededor del 1275 a. JC.):
El alma del difunto es guiada por Anubis (con cabeza de chacal) ante el tribunal de Osiris. De forma mágica, Anubis extraía el Ib, el corazón -no físico sino la representación de los sentimientos y sentidos de conciencia, pensamiento, valor, moralidad- y lo ponía en un platillo de la balanza. En el otro platillo se ponía la pluma de la diosa Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal).
Mientras, un jurado compuesto por 42 jueces, le interrogaba sobre su conducta pasada, y en función de sus respuestas el corazón subía o bajaba de peso. Thot (con cabeza de ibis), como un escriba, anotaba los resultados y se los entregaba a Osiris.
Si su corazón era más ligero que la pluma, a Hunefer se le permitiría pasar a la otra vida: su Ka (fuerza vital) y su Ba (fuerza anímica) podrían reunirse con la momia, lo que formaría el Aj (ente benéfico) y así podría vivir por la eternidad en los campos de Aaru (el Paraíso).
Si no era así, sería devorado por una expectante criatura quimérica, Ammyt, que tenía cabeza de cocodrilo, cuerpo de león y patas de hipopótamo. Este nefasto resultado recibía el nombre de «segunda muerte» lo que resultaba en que ya no tendría la condición de «inmortal» y dejaba de existir para la historia de Egipto.
Los egipcios creían que aquí habitaba la guardiana y protectora de esta necrópolis con capacidad de picar y envenenar con su veneno a quien cometiera algún acto execrable, la diosa Meretseger (“la que ama el silencio”), ya que tenía doble aspecto: una cobra con cabeza de mujer y una mujer con cabeza de cobra, lo que transmitía el sentido de tener las cualidades de un ser humano y la fiereza de la serpiente.
(J.A.T.)
Agradecimiento foto cabecera: Francisco Anzola, CC BY 2.0