EL VINO: HISTORIA Y USO
El vino es un producto de gran consumo en muchas partes del mundo el mundo. Veamos algunos antecedentes:
Siglo XXIV a. JC. – Aquí tenemos la primera referencia a la vid (vitis vinífera), que produce uvas –de la que se extrae el vino-, aparece en la Biblia y expresa específicamente que una viña fue plantada por un hombre llamado Noé, el cual logró extraer su jugo, y desconociendo sus efectos, empezó a beber vino y se embriagó.
Posteriormente, sus semillas se fueron extendiendo hacia Asia Menor, Egipto, Grecia, Sicilia, Roma, Fenicia…
Siglo XX a. JC. – Los escritos sagrados hacen referencia a que el rey de la ciudad de Salem, Melquisedec, “sacó pan y vino” a la mesa de su invitado, Abrahán, mostrando que el vino se incluía como parte de las comidas, junto al pan y otros alimentos.
Siglo XVI a. JC. – Desde hace más de 3.500 años han figurado en grabados de dinastías egipcias en las que se plasmaban detalles sobre la producción de uvas y vino. Sus semillas también se colocaban junto a las momias en sus tumbas.
Siglo XVI a. JC. – La tierra de Canaán, en la zona de Palestina, era conocida por su producción abundante de uvas. Un racimo podía pesar entre 4,5-5,5 kg, y según registros, hubo un racimo que pesó más de 20 kg.
Siglo VIII a. JC. – En tiempos del poeta griego Homero, el vino era un elemento de uso común entre los griegos.
Siglo I A.D. – El naturalista latino Plinio residía a temporadas en Roma, y describió 91 variedades de uvas, y alistó 50 diferentes clases de vino.
Los fenicios la llevaron a Francia, y los romanos, a Inglaterra. Después siguió viajando hasta llegar a la India, Sudáfrica, Australia y, hasta los EE.UU., donde el Valle de Napa (Napa Valley), en California, destaca con casi el 90% de la producción de vino estadounidense, siendo alrededor de un tercio mayor que la producción de Australia. De ser California un país independiente, se convertiría en el 4º mayor productor vinícola del mundo. Curiosamente, esta producción californiana aparece en el siglo XIX cuando misioneros españoles plantaron los primeros viñedos para elaborar el vino para la misa.
Uso
El vino se ha utilizado como bebida en las comidas desde tiempos antiguos, a menudo mencionado junto al pan y a otros alimentos. Formaba parte importante en los banquetes, las celebraciones de bodas y otras ocasiones festivas.
Las despensas reales estaban abastecidas de vinos: era la bebida que acostumbraban a tomar los reyes y gobernadores. Incluso las personas que viajaban incluían el vino entre las provisiones que llevaban para realizar su viaje. Ese extendido uso lo convirtió en un producto comercial.
En el siglo VII a. JC., eran especialmente famosos los vinos del Líbano y los de Helbón. Este último, el vino de Helbón (la actual Halbon, una aldea situada a unos 20 km. al NNO. de Damasco), era muy apreciado por la ciudad de Tiro (en la costa del Mediterráneo) y, además, era el preferido de los reyes persas. Se halla en un valle angosto en el que los viñedos ascendían en terrazas por las laderas de las montañas hasta considerable altura. En la antigüedad, además de Tiro y Persia, Asiria y Babilonia conseguían vino de este lugar.
Se consideraba un regalo excelente para entregar a las personas de rango social, político o militar.
También servía como pago. Un ejemplo fue el caso del rey Salomón, quien entregó a Hiram, rey de Tiro unos 20.000 batos (alrededor de 440.000 litros) de vino, por la aportación con materiales de construcción y artesanos de la madera que Hiram hizo para la construcción del famoso templo que Salomón construyó en Jerusalén.
En el año 2013, unos arqueólogos descubrieron en Israel una enorme bodega de vino de Canaán de hace más de 3.700 años. Dentro de la bodega había 40 tinajas que podían almacenar el equivalente a 3.000 botellas de vino. Uno de los arqueólogos que analizó los residuos en las tinajas descubrió que los cananeos eran cuidadosos vinicultores. Él dijo:
“La receta de este vino fue seguida estrictamente en todas y cada una de las jarras”.
Contrario a la opinión errónea de algunos, el vino (y otras bebidas alcohólicas) no son estimulantes mentales, sino que, en realidad, son sedantes y calmantes del sistema nervioso central. De hecho, los romanos tenían la antigua costumbre de dar a los criminales vino mezclado con droga para mitigar el dolor de la ejecución.
(J.A.T.)