LOS HERMANOS MARX fueron unos cómicos estadounidenses, hijos de Sam Marx y Minnie Schoemberg. El mayor, Manfred, falleció poco tiempo después. El resto de los hermanos fueron:

Hnos. Marx

El núcleo del grupo fueron Groucho, Harpo y Chico. Zeppo apareció en las primeras 6 películas y Gummo no intervino en ninguna. En 1974, tres años antes de su muerte, Groucho recibió un Oscar honorífico.

Los hermanos Marx tenían talento para la música. Harpo estaba especialmente dotado para ella, pudiendo tocar casi cualquier instrumento, aunque su especialidad era el arpa (parece que de ahí se deriva su nombre artístico). Chico era un excelente –y a la vez histriónico- pianista. Groucho tocaba la guitarra. Cada uno interpretaba un tipo de personaje del que se dice que correspondía con la auténtica personalidad de cada uno. Su humor ácido ha quedado marcado indeleblemente en las mentes de los que hemos visto una y otra vez sus películas: unos diálogos, a veces absurdos, pero de gran ingenio.

Groucho MarxNo obstante, quien más ha destacado por sus ingeniosas frases es Groucho, cuyas señas externas de identidad eran sus cejas y gafas, un enorme y tupido bigote pintado con betún y su inseparable puro. The New York Times le otorgó el título de “Maestro del insulto”, desde luego un “elegante arte” al que pocos han tenido acceso. He aquí algunas de sus famosas frases:

Debo confesar que nací a una edad muy temprana.

He salido de la nada para alcanzar las más altas cotas de pobreza.

Puede que parezca un idiota y hable como un idiota. Pero no dejen que eso les engañe: realmente es un idiota.

¿Por qué preocuparme por la prosperidad? ¿Qué ha hecho ella por mí?

Es mejor permanecer callado y parecer estúpido que abrir la boca y despejar las dudas definitivamente.

Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.

Disculpen si les llamo caballeros; todavía no les conozco suficiente.

La próxima vez que lo vea, recuérdeme no saludarlo.

El matrimonio es la principal causa de divorcio.

He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.

Detrás de un gran hombre hay una gran mujer; detrás de ella, su esposa.

Hay cosas mucho más importantes que el dinero; pero cuestan tanto.

Me niego a unirme a un club que me tuviera como miembro.

La felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna.

Nunca olvido una cara; pero en su caso estaré encantado de hacer una excepción.

El secreto de la vida es la honestidad y el trato justo. Si puedes fingir eso, lo tienes hecho.

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y después aplicar los remedios equivocados.

Tengo la intención de vivir para siempre, o morir intentándolo.

La televisión es muy educativa. Siempre que alguien la enciende, voy a otra habitación y leo un buen libro.

La justicia militar tiene de justicia lo que la música militar tiene de música.

La inteligencia militar es una contradicción entre sus términos.

Hay una forma de saber si un hombre es honesto: pregúntaselo. Si dice que sí, sabrás que es un sinvergüenza.

Un gato negro cruzando tu camino significa que el animal va a alguna parte.

Hacerse viejo no es un problema. Solo tienes que vivir lo suficiente.

Al hilo de esto, hay una “leyenda urbana” que dice que en el epitafio de la tumba de Groucho aparece la frase “Perdonen que no me levante”. Es cierto que dijo esa frase en medio de una entrevista en la que dijo que querría tener ese epitafio, así como también expresó su deseo de ser enterrado sobre el féretro de Marilyn Monroe. Ninguna de las dos peticiones se le concedieron. Así, lo que surgió como un chiste se ha ido repitiendo como si fuera verdad; pero es absolutamente falso. Groucho está enterrado en un nicho –no en una tumba- y en él hay una placa de bronce con su nombre y fecha de nacimiento y fallecimiento con una «Estrella de David» entre ellas:

Groucho Marx -EPITAFIOJ.A.T.