Operación Norte (1951)

70º Aniversario de la “Operación Norte”


Un documento desclasificado de 2 folios ha puesto al descubierto la estrategia del Kremlin para ‘eliminar’ o alejar de la vida activa a los testigos de Jehová que, en la década de los 1950, predicaban en 6 de las repúblicas de la Unión Soviética.


El pasado 1 de abril de 2021, se celebró en la sala Rosbalt, de Moscú, una rueda de prensa telemática con la presencia de un nutrido grupo de académicos, que tomaron parte en la efeméride de la “Operación Norte”.

La “Operación Norte” fue una deportación brutal que, en 1951, que arrojó a testigos de Jehová a campos de concentración en Siberia. En total, pasarían por Siberia más de 50.000 Testigos en la extinta Unión Soviética.

Han pasado ya 70 años desde la mayor deportación religiosa colectiva de nuestro tiempo que, en una primera redada, llevó a unos 10.000 Testigos a la dura estepa siberiana en una primera “golpe”. La deportación estalinista del 1 de abril de 1951 arrastró a una comunidad entera de Testigos de Jehová de unas 6 repúblicas Soviéticas, hasta los bosques de la Siberia profunda, entre las localidades de Tomsk e Irkutsk. Las deplorables condiciones de aquella deportación marcaron a toda una generación. De hecho, Yaroslav Sivulsky, hijo de uno de aquellos deportados, presentó el acto e hizo referencia a información desclasificada que arrojó luz sobre la lógica concentracionaria y los mecanismos internos que se conjuraron para llevar a cabo aquella acción represiva.

¿Se ha vuelto en Rusia a una situación semejante a la del período estalinista? La rueda de prensa planteó esta y otras preguntas sobre la situación actual de los Testigos en Rusia. Entre las personalidades académicas que intervinieron estuvo Valery Borshchev, experto y defensor de derechos humanos y co-presidente del Grupo Helsinki de Moscú, del que fuera uno de los fundadores Andréi Sajárov.

En las diversas intervenciones se hizo referencia al hostigamiento de los Testigos de Jehová en Rusia, las redadas domésticas, la confiscación de sus lugares de culto, y las sentencias de, al menos, seis años de cárcel a quienes sean sorprendidos, incluso en la privacidad de sus hogares, leyendo la Biblia o comentando sus enseñanzas abiertamente con otros.

A pesar de esta atroz persecución, los testigos de Jehová pasaron de 17.000 miembros en 1956, a aproximadamente 70.000 en 1991, cuando obtuvieron reconocimiento legal. Este hecho ha sido objeto de análisis entre los expertos que intervinieron en las conferencias de Moscú y Kiev, algunas de cuyas declaraciones destacamos aquí:

Kostiantyn Berezhko

(Miembro de la Academia “Historia de la Ciencia” y profesor (interino) del Instituto de Estudios sobre el Totalitarismo de la Universidad Tecnológica de Dresde):

“La estrategia de fuerza contra la religión está fracasando. Además, cuando se abusa del totalitarismo, se puede volver en su contra. Un claro ejemplo es el destino del propio Viktor Abakúmov, autor de la idea de deportar a los testigos de Jehová. Curiosamente, tres meses después de la Operación Norte, el ministro de Seguridad del Estado de la URSS fue detenido por alta traición y fusilado tres años después. Así, el autor de la inhumana idea de la deportación, sufrió las consecuencias de la máquina totalitaria que él mismo creó.”

Emili Baran

(Profesor Asociado de Historia y Presidente Interino del Departamento de Historia de la Universidad Estatal de Middle Tennessee (EE.UU.):

“La dura persecución no ha conseguido eliminar a los testigos de Jehová. Esta es probablemente la mayor lección. Cuando el Estado soviético tomó la decisión de exiliar a los Testigos, el objetivo final era que la fe se extinguiera, llegar a un punto en el que no hubiera más Testigos. Los Testigos perduraron, mientras que el Estado soviético no lo hizo. Los Testigos afrontaron la persecución, se adaptaron a ella, la han sufrido, y a veces incluso la han ‘abrazado’. Y con toda seguridad van a seguir haciéndolo en el futuro.”

Alla Boyko

(Doctora en Filología y profesora de la Universidad Nacional de Kiev):

“Cuando se acusa a los testigos de Jehová, el argumento que se suele utilizar es tan simplista como decir: ‘No os queremos; no sois como los demás’. Esto es totalmente contradictorio, ya que toda organización religiosa interpreta la religión a su manera y está legitimada a invitar a formar parte de la misma a todo el que lo desee. Por mucho que he investigado, no he podido encontrar ninguna acusación bien fundamentada contra las actividades de los testigos de Jehová.”

Viacheslav Horshkov

(Destacado especialista del Servicio Estatal de Ucrania para la Etnopolítica y la Libertad de Conciencia):

“Debemos reflexionar sobre los sucesos relacionados con la deportación de los testigos de Jehová a Siberia, y concienciar a la sociedad para que nunca más vuelva a ocurrir algo así. Defender públicamente el derecho a ejercer la libertar religiosa, contribuye a que se establezcan procedimientos que salvaguarden la dignidad de una persona, así como de quienes le rodean. En mi opinión, las minorías religiosas desempeñan un papel clave para ayudar a toda la sociedad, a toda la nación, a ver la historia como una fuente de inspiración que motive a la sociedad a apreciar virtudes valiosas como la fe, la esperanza y el amor.”

Aleksandr Verkhovsky

(Miembro del Consejo Presidencial de Derechos Humanos y director del Centro SOVA ―que supervisa y sigue de cerca todos los casos de aplicación inadecuada de la ley contra el extremismo, incluidos los que involucran a los testigos de Jehová―)

Él hizo un análisis sobre la persecución actual en Rusia. Preguntó:

“¿Se reducirá esta campaña contra los Testigos? Esta es una pregunta muy importante, y no sabemos la respuesta.”

Verkhovsky está convencido de que tarde o temprano las autoridades rusas deben dejar de perseguir a los Testigos de Jehová, los cuales volverán a demostrar que un régimen totalitario como el ruso no podrá acabar con su fe. Además, ofreció varias opciones a los legisladores sobre cómo pueden ajustar la ley anti-extremismo para que proteja mejor al Estado de la actividad extremista real, sin suprimir los derechos de los creyentes pacíficos, como los Testigos.

La rueda de prensa se difundió ampliamente por YouTube, de modo que pudo seguirse por casi todas las capitales europeas y en otros continentes.

Con tal motivo, se ha creado una web, www.1951deport.org, que explica lo relacionado con esa “Operación Norte”. Contiene una exposición virtual 3D, enlace a YouTube para la rueda de prensa y conferencia académica, y, además, se pueden consultar una veintena de documentos que dan fe de cómo la estrategia del actual gobierno ruso no ha cambiado, pues el 31 de marzo pasado, aparte de las numerosísimas condenas, incluso a Testigos de edad avanzada, acaba de prohibir en toda la Federación de Rusia y en Crimea la aplicación JW Library, declarada extremista por el Tribunal de Distrito de Oktiabrski de San Petersburgo.

He aquí parte de uno de esos documentos desclasificados:

El documento termina detallando la cantidad de víctimas destinadas a la deportación:

¿Será posible frenar esa escalada totalitaria contra personas que discrepan de su política de imposición y restricción de libertades, como el también reciente caso de Alexei Navalni, detenido por las autoridades rusas (además de envenenado con Novichok, un tóxico de compleja elaboración), según se expresa en los diferentes medios de comunicación?

De seguro, Rusia debe replantearse muchas cosas para volver a la senda de la libertad por la que, en tiempos no muy lejanos, discurrió.

J.A.T.