CHICHÉN ITZÁ:

LA PIRÁMIDE Y EL OBSERVATORIO

Chichen Itzá

LA PIRÁMIDE DE KUKULKÁN

 

Es conocida también como Templo de Kukulkán o “El Castillo” –ya que los españoles buscaban alguna similitud arquitectónica con las que conocían en Europa-, y honraba al dios maya Kukulkán (en maya, Serpiente Emplumada). Para algunos investigadores este dios es Quetzalcóatl (en náhuatl, “serpiente emplumada”) de los aztecas.

Piramide (serpiente)Es una pirámide de 4 lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Si le añadimos los 6 metros de la altura del templete que corona la pirámide llegamos hasta los 30 metros de altura. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata de 91 escalones en cada lado y 1 escalón más que conduce al templo superior, sumando un total de 365 escalones, uno por día del año.

Se puede observar como una serpiente formada como efecto de luz y sombra desciende por la alfarda de la escalinata principal del edificio el equinoccio de marzo y septiembre (imagen dcha.)

 

EL OBSERVATORIO

Chichén Itzá -El Observatorio-

Este observatorio astronómico de la época precolombina también es conocido como El Caracol, por una escalera en espiral que se encuentra dentro de la torre para poder acceder a la parte superior. También se le denominada Templo de Venus, y de forma muy apropiada, ya que Venus era uno de los estudios más importantes de los astrónomos mayas. Este planeta tenía una significación especial para los mayas al ser planeta más brillante, siendo considerado el hermano gemelo del sol así como el Dios de la Guerra. De hecho, para la planificación de las batallas se utilizaba como referente al planeta Venus.

Por sus observaciones únicamente visuales –no utilizaron ningún aparato- éstos llegaron a saber que:

  • Venus aparece por el oeste y desaparece por el este a distintas horas a lo largo del año.
  • Su ciclo era de 584 días.
  • 5 ciclos de Venus equivalían a 8 años solares.
  • Venus aparecía en los extremos norte y sur a intervalos de 8 años.

De los 29 eventos astronómicos posibles (eclipses, equinoccios, solsticios, etc.) que se creen eran objeto del interés de los mayas de Chichén Itzá, se pueden ver reflejados en la estructura al menos 20 de ellos, a través de sus esculturas.

No se puede comprobar si hubo otras observaciones o mediciones astronómicas ya que una sección de la torre que se encuentra sobre El Caracol está derruida. Chichen Itzá

J.A.T.