EGIPTO: EL CAIRO
El Cairo, la capital de Egipto, es la ciudad más importante y poblada del país con más de 18.500.000 habitantes. Aglutina importantes monumentos a su alrededor como las famosas Pirámides de Giza (o Gizeh) y la Esfinge. También están cerca las ciudades de Memfis y Saqqara con restos arqueológicos y monumentos extraordinarios.
Es imprescindible la visita al Museo Egipcio de Antigüedades, que sorprende por sus 136.000 objetos catalogados en exhibición, destacándose sobre todo la Galería de Tutankhamón y la Sala de las Momias. Desgraciadamente, las revueltas acaecidas y los saqueos producidos han dejado algo maltrecho este Patrimonio Histórico de la Humanidad.
También es posible visitar talleres donde se enseña cómo se trabaja la planta del papiro y en los que poder comprar papiros con motivos variados, o tiendas especializadas en esencias de perfumes a partir de las cuales uno puede elaborar su propia colonia.
En la zona del Viejo Cairo, la parte más antigua de la ciudad, se puede disfrutar de un tranquilo paseo, alejado del bullicio que impera en el corazón de El Cairo. En esta zona se encuentran el Barrio Copto, con la Iglesia de Al-Muallaqa, el lugar de culto cristiano más antiguo del lugar, la Iglesia de la Sagrada Familia y la Sinagoga Ben-Ezrá.
Asimismo, es “obligada” la visita a la Ciudadela de Saladino, una gran fortaleza de piedra desde donde es posible apreciar magníficas vistas de la ciudad, así como la Mezquita de Alabastro, «hermana pequeña» de la Mezquita de Santa Sofía de Estambul (Turquía) o el Gran Bazar: Khan el Khalili, para “perderse” entre sus callejuelas y regatear los “souvenirs” que nos queramos llevar como recuerdo. Comentaremos en otras entregas estos puntos de interés.
La profusa Policía Turística que uno se encuentra por casi cualquier rincón de la ciudad, si no “garantiza” a plenitud la seguridad de los millones de turistas (esto es imposible), al menos transmite gran sensación de tranquilidad y orden, siempre y cuando aportemos nuestra dosis de sensatez al evitar zonas conflictivas o inseguras -como las hay en cualquier ciudad del mundo-, lo que nos permitirá disfrutar de unos lugares fascinantes.
Es una pena que los conflictos políticos extremistas limiten la afluencia del turismo a este país imprescindible de visitar.
(J.A.T.)
