EL HOSPEDAJE DESDE EL SIGLO XVII

El hospedaje en el siglo XVII.

diligencia-foto-libreA partir del siglo XVII, el medio de transporte mejoró con la llegada de la diligencia, un medio de transporte algo más rápido, lo que favoreció la necesidad de trasladarse de un sitio a otro, entre otros motivos, por los comerciales. Esto hizo que se crearan posadas para el descanso de la etapa y reanudar el viaje al día siguiente, o también posadas con un servicio de “repostaje”, es decir, que ofrecía la posibilidad de cambiar los caballos cansados por otros más “frescos” y así poder continuar el viaje. No obstante, los viajes seguían siendo lentos y pesados ya que ahora se recorrían mayores distancias.

Aunque se inicia a fines del siglo XVII, es en los siglos XVIII-XIX donde cobra auge y se desarrolla un nuevo tipo de alojamiento debido a la preocupación por los problemas de higiene pública y empezar a estudiarse de forma científica el tratamiento de ciertas enfermedades con aguas minerales, lo que se llamaba “tomar las aguas” –aunque el llamado “termalismo” ya los usaban los antiguos romanos-. Sí, llegaban los balnearios.

En principio, los aristócratas y la clase burguesa son los que hacían uso de este tipo de “turismo”; pero, paulatinamente, todos los estratos sociales pudieron acceder a este tipo de establecimientos. Así, lo que se creó con fines terapéuticos llegó a convertirse en centro de vacaciones y punto de reunión social.

El primer balneario se creó en Inglaterra, y se consolidó en Alemania. Spa (Bélgica), conocida por sus aguas ferruginosas, ha dado nombre a todos los centros termales del mundo. Vichy (Francia) también es conocida por sus manantiales de agua y centros termales.

Afortunadamente, hoy la oferta de alojamiento es de lo más variada, acomodándose a todos los bolsillos: desde hoteles “exclusivos”, solo disponible para algunos bolsillos, hasta hoteles asequibles a familias modestas.

En la evolución de estos establecimientos existen dos tendencias actuales de gran aceptación: los “Resorts” y los “Spa”.

“Resort”: palabra inglesa que hace referencia a un complejo turístico, y combina un hotel (incluyendo alojamiento, comida y bebida) con una gran variedad de actividades de ocio, entretenimiento, tiendas o deporte (campos de golf, pistas de tenis, gimnasio, piscinas, etc.). Esto permite que el cliente pueda permanecer toda su estancia en el resort sin tener que salir de él. En muchos de estos se ofrecen bajo un “Todo incluido”, pagando un importe fijo en el que está incluido el alojamiento, la comida (desayuno, almuerzo y cena), las bebidas (barra libre), y actividades deportivas o de entretenimiento.

walt-disney-worldAlgunos de los resorts más importantes del mundo por número de visitantes están vinculados al “Mundo Disney”, al ofrecer su paquete “alojamiento+entradas”. Aunque no todos los visitantes pernoctaron en sus hoteles, el hecho es que, en el año 2017, los parques Disney siguieron siendo los más visitados del mundo: alrededor de 150.00.000 personas. Los 3 más visitados fueron:

  • Magic Kingdom-Walt Disney World (Florida-EE.UU.): 20.450.000 visitantes
  • Disneyland (California-EE.UU.): 18.300.000 visitantes
  • Tokyo Disneyland (Japón): 16.600.000 visitantes

Obviamente, hay otros tipos de resort, para todo tipo de bolsillos, ofrecidos en paraísos naturales de todo el mundo: Bali, Islas Seychelles, Riviera Maya, República Dominicana, Jamaica, Bahamas, Islas Maldivas…

“Spa”: son centros de hidroterapia (que utilizan el agua como agente terapéutico, en cualquier forma, estado o temperatura). Su origen se atribuye a la población belga de Spa, conocida en la época romana por sus baños de aguas termales. Hoy en día, se aplica a aquellos establecimientos que utilizan terapias con agua, en piscinas, jacuzzis, hidromasajes, chorros y sauna sin que usen aguas medicinales, en cuyo caso se trataría de un balneario.

En próximas entradas comentaremos algunas curiosidades interesantes.

(J.A.T.)