Museo del Prado Obras destacadas
Según la propia Guía del museo hay 10 obras maestras que no hay que perderse:
El Lavatorio (Tintoretto). Representa la escena en la que Jesucristo lava los pies a sus discípulos. Este cuadro pasó por muchas “manos”: la Iglesia de San Marcuola (Venecia), Carlos I de Inglaterra, Felipe IV de España, el Monasterio del Escorial y, ahora, aquí.
La Anunciación (El Greco). Representa al ángel Gabriel anunciando a María que tendrá a Jesús como hijo. Es un cuadro tiene mucha luminosidad y colorido, propio de su artista, con las figuras muy alargadas.
La Adoración de los pastores (El Greco). Este cuadro de Domenikos Theotokopoulos, de 0,97 m x 1,90 m, se pintó para que colgase sobre su tumba en la cripta de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo (Toledo), y plasma a los pastores y a los ángeles con Jesús en el pesebre. De este cuadro se destaca la luz que irradia el niño y que ilumina a José y a María. La composición del cuadro está desarrollada en espiral, creando un movimiento en ascensión. Esta fue, probablemente, la última gran obra del pintor, antes de morir.
La fragua de Vulcano (Velázquez). (Ver imagen de cabecera). En este cuadro de 2,23 m x 2,90 m, y pintado hacia 1630, el pintor refleja una escena de la mitología. Apolo le dice a Vulcano (dios del fuego) que su mujer, Venus (diosa del amor), le es infiel. De ahí la cara de enfado de Vulcano y las de sorpresa de los trabajadores. Velázquez pintó a los personajes a tamaño real y con mucho detalle. Destacan dos detalles que plasman el realismo: la jarra y la armadura parece que tienen brillo de verdad, y el hierro al rojo vivo parece que arde realmente. Fue pintado por Velázquez mientras estaba en Italia. Estuvo algún tiempo en el Parque del Buen Retiro (Madrid) y después en Palacio Real (Madrid).
Las meninas (Velázquez). Considerado uno de los mejores cuadros de la historia, plasma una escena de la familia de Carlos IV. Lo analizaremos en otra entrada.
Carlos V en la batalla de Mühlberg (Tiziano). Este retrato es uno de cuadros más importantes de las colecciones de los reyes de España. Aquí el autor pinta al rey como un soberano pacífico, por lo que en su cara no se atisba ningún gesto de enfado o irritación.
La Adoración de los Magos (Rubens). Representa el pasaje del Evangelio sobre la visita que realizaron los mayos al niño Jesús. Este cuadro fue pintado en dos momentos diferentes.
En 1608, la ciudad belga de Amberes le encarga el cuadro para decorar el Salón de Estados de su Ayuntamiento. Se consigue una tregua de Bélgica y Holanda en la guerra contra España, y la ciudad desea que la situación económica mejore. De ahí, el detalle de los regalos de los magos a Jesús.
Hacia 1628, Rubens añade a los ángeles en la parte superior, así como a los acompañantes de los magos, con sus caballos y camellos, en la parte derecha. Rubens se incluye en el cuadro, en el extremo derecho del centro del cuadro, con barba y ataviado con un ropaje morado.
Las tres Gracias (Rubens). El pintor plasma a las 3 hijas de Júpiter, el dios supremo de Roma. Representan dones o regalos, representando el amor, la belleza, la abundancia, la generosidad… Según los expertos, la gracia del pelo rubio es un retrato de la joven esposa del pintor. Rubens pintó este cuadro en los últimos años de su vida porque quiso, nadie se lo encargó, queriendo reflejar el amor y la felicidad que el autor tenía en su vida tras casarse por 2ª vez. Cuando Rubens murió, Felipe IV compró el cuadro.
La familia de Carlos IV (Goya)La familia de Carlos IV (Goya). Este es un cuadro de 1,80 m x 3,36 m., pintado en 1800. Siendo el pintor de cámara de la corte real, Goya recibió el encargo de crear un gran retrato de toda la familia real. Mientras la familia real estuvo una temporada en el Palacio de Aranjuez, aprovechó para realizar bocetos con los retratos al natural de cada uno de los miembros de la familia. Por deseo de la reina, Goya los retrató por separado, evitando así que todos juntos tuvieran posar durante largas y pesadas sesiones. Hay un detalle interesante: Carlos abraza a Fernando, mostrando así que será rey si Fernando no puede serlo. Museo del Prado Obras destacadas
La maja desnuda y La maja vestida (Goya). Ambos cuadros tienen las mismas dimensiones: 0,97 m x 1,90 m, y estaban registradas en el inventario del palacio de Godoy, en 1808, con el nombre de “Gitanas” y no de “Majas”. Goya no había hecho antes muchos bocetos de desnudos de mujer en un sofá antes de pintar este cuadro. Nadie sabe el nombre de la mujer, aunque algunas fuentes apuntaban a Pepita Tudó, una amante de Manuel Godoy, primer ministro del rey Carlos IV, o a la Duquesa de Alba. La Inquisición sí interrogó a Goya sobre quién era esta mujer ya que consideraban que este cuadro era indecente. De ahí que estuviera escondido durante mucho tiempo en la Real Academia de Bellas Artes. En 1901, fue incluido en la colección del museo y expuesto al público. Aunque no se había pensado que formara pareja, es probable que, a requerimiento de Manuel Godoy, Goya pintara La maja vestida. Museo del Prado Obras destacadas
J.A.T.