París: La Conciergerie
También denominado Palais de la Cité, fueron los Capetos, en el siglo X, los que lo construyeron para demostrar su poder frente a los señores feudales.
Felipe IV El Hermoso (siglos XIII-XIV), lo amplía y embellece más, lo que lo hace la más ostentosa residencia real de la Europa medieval. De esta época se conservan la Salle de Gens d’Armes, el Pabellón de la Guardia, de 64 m. de largo, 27,5 m. de ancho y 8,5 m. de altura, que servía de comedor para las más de 2.000 personas que conformaban el personal al servicio del rey, y también las cocinas que construyera Juan II El Bueno.
A finales del siglo XIV, a partir del reinado de Carlos V de Francia, los reyes lo dejaron para irse al Louvre y Vincennes, dejando en la Conciergerie la guardia del viejo palacio y confiándole poderes de policía y justicia. Así, se convirtió en prisión y para el siglo XV, era ya la más importante de París.
Su carácter penitenciario se reafirmó con el tiempo, siendo –en 1793- el principal lugar de detención de prisioneros de la justicia revolucionaria. Se le consideraba la antesala de la muerte ya que era improbable que quien fuera detenido recuperara la libertad. Así, el Tribunal Revolucionario dejaría un saldo de 2.700 muertos durante 718 días de ejercicio, entre ellos María Antonieta, el poeta André Chénier, Antoine Lavoisier, Danton, Maximilien Robespierre, los 21 diputados girondinos y muchos otros personajes destacados de Paris.
Al visitar la Conciergerie podremos ver las condiciones en que se hallaban los detenidos. Al principio, quienes podían pagar tenían celdas más cómodas y hasta podían comer apropiadamente; pero durante el Reinado del Terror las condiciones se degradaron y todos, ricos o pobres, dormían sobre paja directamente en el suelo. Las salas reconstruidas en el siglo XVIII evocan las horas trágicas de esta época, particularmente las celdas donde estuvo detenida María Antonieta de Austria antes de ser decapitada.
Durante la Revolución, se hicieron compartimientos y divisiones para recluir a miles de prisioneros. La Cour de Femmes era el espacio destinado a las mujeres y se conserva con el aspecto de los tiempos de la Revolución, con mesas de piedra donde comían y una fuente que servía para el aseo.
Al terminar el Reinado del Terror, el palacio fue dedicado a la nueva organización judicial. Renovada y restaurada durante el siglo XIX siguió siendo lugar de justicia, ejecuciones y sentencias durante casi todo el siglo XIX. Fue destruida por incendios durante el período de la Comuna (1871) y su restauración llevó una veintena de años. En 1934 dejó de cumplir funciones carcelarias.
En el majestuoso edificio destacan 4 torres:
- La Tour de l’Horloge, construida por Juan II y donde se colocó el primer reloj público de Paris. En 1585, el antiguo reloj fue sustituido por el que se hay hoy en día.
- La Tour Bombée (o Bon-bec), donde se llevaban a cabo los interrogatorios, o mejor dicho, se torturaba a los prisioneros para arrancarles confesiones.
- La Tour d’Argent (Torre de plata), que era donde se guardaba el tesoro real.
- La Tour de César, que evoca la presencia de los romanos.
J.A. Talz
Crédito foto cabecera: Hugues Mitton, Par pour Commons, CC BY-SA 2.5