Sevilla: La Catedral (La Tumba de Colón y otras curiosidades)
EL RETABLO MAYOR
Se realizó en varias etapas entre 1481 y 1564, cuando se terminó. Tiene 230 metros cuadrados de superficie, y está formado por un conjunto de 44 relieves y más de 200 figuras de santos que se disponen en las pilastras que articulan el retablo.
Algunos maestros que participaron en su construcción fueron: Pieter Dancart (1481-1488), Marco (1497-1506), Pedro Millán (1507- 1508), Alejo y Jorge Fernández.
SALA CAPITULAR
Fue proyectada por Hernán Ruiz y completada, a su muerte, por Asensio de Maeda. Está dedicada a reuniones del Cabildo.
PATIOS
La Catedral tiene 4 patios: de los Naranjos, del Mariscal, de los Óleos, y de los Limones.
Se iniciaron las obras de este patio en el año 1172 y se ultimaron en el año 1196. Aunque ha necesitado reformas, se ha mantenido parte de su estructura original, un rectángulo de 81 m. de largo x 43 m. de ancho.
Originalmente era el sahn o patio de abluciones de la mezquita almohade y se accedía por la Puerta del Perdón –la más notable según algunos historiadores-, cuyas puertas eran de madera revestida de bronce. En el centro había una fuente que fue sustituida por una hermosa taza de mármol de la época de los visigodos.
MAUSOLEO DE CRISTÓBAL COLÓN
Desde 1899 se halla aquí la tumba de Cristóbal Colón. Anteriormente sus restos reposaron estuvo en:
Valladolid: Estaba siguiendo a la Corte itinerante de Fernando el Católico. No se sabe si murió en una posada o en casa de un marinero; pero cuando fallece se colocan sus restos en el Convento de San Francisco.
Monasterio de la Cartuja de Sevilla: Debido al cariño que Colón sentía hacia este lugar, su hijo Diego mandó trasladar los restos de su padre al Monasterio de Santa María de las Cuevas (La Cartuja de Sevilla), llegando aquí en 1509.
Santo Domingo: Según el historiador Antonio López Prieto, basándose en un manuscrito de 1549, relata que los restos fueron llevados en una carabela desde La Cartuja a la Catedral de Santo Domingo, manteniéndose allí hasta 1795.
La Habana: Durante el reinado de Carlos IV, el arzobispo de Santo Domingo, fray Fernando Portillo y Torres, consideró primordial el traslado de los restos de Colón a La Habana, por lo que sus cenizas se depositaron en la Catedral de La Habana en 1796.
Catedral de Sevilla: Como Cuba se pierde en 1898, se decide trasladar los restos a España. Había diferentes opiniones sobre dónde depositarlos: junto a los restos de los Reyes Católicos (Granada), al Monasterio de la Rápida (Huelva), a la Mezquita (Córdoba) o al Panteón de los Ilustres Marinos de San Fernando (Cádiz). Finalmente, el Duque de Veragua –descendiente de Colón- determina que debe ser la Catedral de Sevilla el lugar donde sean depositados, aunque hubo otro debate acerca de en qué lugar de la Catedral colocarlo su mausoleo.
El féretro es decorativo y se corresponde con las medidas de Colón ya que los restos están en una urna de plomo dorado en su interior. En el año 2006, el Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada hizo un estudio de ADN contrastando los restos de Cristóbal con los de su hermano Diego, certificándose que los restos que se hallan aquí son auténticos.
El pedestal tiene la siguiente inscripción: “Cuando la isla de Cuba se emancipó de la Madre España, Sevilla obtuvo el depósito de los restos de Colón, y su ayuntamiento erigió este pedestal”.
El féretro está a hombros de 4 reyes de armas vestidos de gala y corresponden a los 4 reinos históricos de España: Castilla, León, Aragón y Navarra. En la tapadera de la caja pone: «Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer Almirante y descubridor del Nuevo Mundo R.I.P.A.»
El significado simbólico que quiso darle su autor era representar a “España guardando en tierra americana las cenizas de Cristóbal Colón”, aquélla representada por los 4 heraldos y América figurada por un basamento de estilo azteca.
OTRAS CURIOSIDADES
El lagarto: En el Patio de los Naranjos, antes de acceder por la puerta de la granada y colgados en la parte superior a la entrada, se encuentran 4 objetos curiosos: suspendido de las vigas del techo hay un cocodrilo de madera de tamaño natural, y adosados a la pared superior de la puerta hay: un bocado de caballo, un colmillo de elefante y un bastón de mando. Lógicamente hay varias leyendas populares sobre estos objetos:
- Hacia el año 1260, el sultán de Egipto pidió la mano de su hija Berenguela al rey Alfonso X El Sabio. La representación egipcia trajo diversos regalos, entre ellos: un hermoso colmillo de elefante, un cocodrilo del Nilo vivo y una jirafa o animal similar, domesticada con su montura, su freno y bridas.
El rey Alfonso rechazó la petición de mano, y cargó a los representantes egipcios de buenas palabras y de regalos para el sultán. Aquí se quedaron: el cocodrilo, la jirafa y los presentes. Pasando el tiempo y muerto el cocodrilo, se disecó y su piel rellena de paja fue colgada en el patio de los naranjos junto con el freno, las bridas y el colmillo de elefante. Años después se colgó como recuerdo, la vara del embajador castellano que había regresado de Egipto.
Se cree que el cocodrilo actual, tallado en madera, es del siglo XVI, aunque se ignora quién fue su autor.
- Otra leyenda dice que esos objetos fueron puestos en este lugar y de esa forma en representación de las virtudes cardinales: el cocodrilo como la prudencia, el colmillo como la fortaleza, el bocado como la templanza y la vara como la justicia, dando explicación de su designación específica la característica de cada objeto.
- Otra leyenda dice que el cocodrilo era una especie de exvoto u ofrenda que se cuelga en un lugar de privilegio como en otras catedrales. En algunos casos, dicho elemento servía para espantar a las aves que se colaban en los templos y cuanto más grande y temible fuese el objeto, mejor hacía su función.
El Giraldillo: Estatua renacentista de bronce y representa la Fe victoriosa, y corona la torre de la Giralda. Se llama así pues gira sobre sí misma con la acción del viento: es una veleta y da nombre a la torre que la sostiene. En la mano derecha lleva el gran lábaro con el que choca el viento y en la izquierda, sostiene una palma símbolo del cristianismo. En la cabeza lleva un capacete y va vestida heroicamente como una auténtica Minerva cristianizada.
Su peso incluyendo su pedestal es de 1.300 kilos. Mide unos 7,5 metros en total (la figura sólo mide 3,5 metros) y fue fundida y esculpida por Bartolomé Morel en el año 1568. Modelo de Juan Bautista Vázquez y dibujo del pintor Luis de Vargas.
Las cadenas de la Catedral: representaban el límite de la jurisdicción civil. Se pusieron en el año 1565 para evitar que los mercaderes de las gradas que rodeaban al recinto, entraran con cabalgaduras en los días de mal tiempo para refugiarse. También servían para acogerse al derecho de asilo que los ciudadanos desesperados imploraban ante la dureza que demostraba la justicia ordinaria en el siglo XVI. Este derecho, impedía que los representantes de la justicia penetraran en lugares sagrados para ejecutar sus acciones.
Pero esto no siempre se respetaba, dependiendo del tipo de delito que se hubiese cometido. Como ejemplo, en 1524, el escribano de su majestad, Diego de Marchena, asesinó a su esposa y se refugió en el monasterio de la Santísima Trinidad. Lo sacaron y lo ahorcaron en el “mármol de la cuadra” de la plaza de San Francisco, junto a la Audiencia.
(J.A. Talz)
Crédito fotos:
Patio de los Naranjos: John Picken
Mausoleo de Colón: Pom² – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0