Historia de la Judería de Toledo (I)
Historia de la Judería de Toledo, primera parte.
La madinat al-Yahud, o ciudad de los judíos, abarca casi el 10% del recinto amurallado de Toledo. Según la tradición sefardí, los primeros judíos llegaron entre los siglos VIII-VI a. JC., en la época de los destierros asirio y babilónico.
Durante el período visigodo (siglos V-VIII), los judíos de Toledo eran una numerosa comunidad; pero a partir del año 589, tras el III Concilio de Toledo, Recaredo y los nobles godos renuncian al arrianismo y se convierten al catolicismo romano, lo que enturbiará la hasta entonces buena convivencia y traerá castigos y persecución hacia los judíos, provocando que éstos tengan que optar por marcharse, o por convertirse al cristianismo.
Esta inercia cambiará cuando la ciudad es conquistada por los árabes de Táriq ibn Ziyad en el año 711. Esto supuso un alivio para la comunidad judía que vio a los musulmanes como sus salvadores iniciándose para ellos un período grande de prosperidad. Los árabes los consideraban como Hombres del Libro, por lo que les otorgaron mucha libertad. A su vez, los judíos asimilaron sus costumbres y aprendieron el idioma árabe como medio de comunicación, utilizándolo hasta el siglo XIII incluso en su documentación interna o de carácter religioso,
En este período y hasta finales del siglo XI, muchos sabios judíos que nacieron o se educaron en Toledo, como Abraham ibn Ezrá o el propio Jehudá ha-Leví. Aquí nació y escribió su obra poética Abraham ibn al-Fakhar, muerto en 1231, Israel de Toledo y otros muchos que expusieron sus conocimientos y su trabajo en la corte castellana.
En 1085, Alfonso VI conquista Toledo y la judería inicia una época de prosperidad y crecimiento demográfico, ya que atrajo a muchos judíos que habitaban en territorio musulmán. Los judíos le habían ayudado a conquistar la ciudad y el rey les confirió los mismos derechos que a los cristianos. El auge de la comunidad judía se mantendrá con los reyes cristianos al acrecentar su representatividad social y política, convirtiéndose en el siglo XII en la comunidad judaica más importante de la corona de Castilla.El médico y nasí de Toledo Yosef ben Ferruziel, también conocido como Cidellus, será el primer ministro del monarca y dará paso a una serie de judíos que tendrán cargos de importancia en la corte de Castilla.
A pesar de la protección real, Isaac ben Jacob na-Cohen, conocido como Al-Fasi, talmudista del siglo XI, habla de persecuciones en Toledo en 1090, y en sus Responsa, también menciona una matanza de judíos en 1108, año en el que murió Salomón ibn Farissol. Esta correspondencia entre cristianos y judíos no durará mucho. Un decreto de 1118 prohibía a los judíos jurisdicción alguna sobre un cristiano, de donde se deduce que con anterioridad eso era habitual.
En 1135, viene el período almohade y se produce la huida precipitada de los judíos hacia Castilla y Aragón, lo que dejó a la España musulmana prácticamente libre de judíos.
Entre 1147-1269, los almohades, “los que reconocen la unidad de Dios”, o Banu Abd al-Mumin, dominaron el norte de África y el sur de la Península Ibérica.
Eran una dinastía de origen bereber (del actual Marruecos), surgida como reacción a la relajación religiosa de los almorávides. Ante su intransigencia, las aljamas o juderías, como la de Toledo, aumentaron su población con judíos provenientes de la España mulsulmana. Muchos llegaron en 1147, siendo nasí de los judíos de Toledo Judá ben Yosef ibn Ezrá, pariente del poeta.
Como consecuencia de esta emigración masiva, en Toledo se afincaron poetas, gramáticos, filósofos, científicos, médicos y otros sabios. El arzobispo de Toledo, Raimundo de Sauvetat, que fue Canciller de Castilla con Alfonso VII durante 20 años, quiso aprovechar esta pacífica convivencia de cristianos, musulmanes y judíos auspiciando diferentes proyectos de traducción: el prestigio de la Escuela de Traductores de Toledo fue tal que ni siquiera las disposiciones antijudías del Concilio de Letrán en 1215 pudieron dañar su florecimiento.
El apoyo y trato favorable del rey hacia los judíos fue causa de diferentes revueltas:
En 1178, tuvo lugar un disturbio en el que resultó muerta la amante judía del rey Alfonso VIII, así como Judá y Samuel Alnaqua.
En 1212, tuvo lugar otra revuelta que coincidió con la llegada de judíos que huían de la intolerancia francesa.
La respuesta del arzobispo de Toledo fue cargar a la comunidad judía con nuevos impuestos: cada judío mayor de 20 años tenía que pagar un tributo anual, al tiempo que se les imponía una tasa adicional en concepto de lucro cesante en la compra de casas a propietarios cristianos.
El reinado de Alfonso X el Sabio supuso el momento de mayor prosperidad y esplendor de la comunidad judía de Toledo. Basta mencionar el importe total de impuestos pagados por la comunidad en 1284: 1.000.000 de maravedíes. Durante su reinado la judería de Toledo será conocida por su gran extensión, la suntuosidad y belleza de sus edificios públicos y la calidad intelectual de sus rabinos. Pero tras su muerte, los judíos caen de nuevo en desgracia.
(J.A.T.)
Agradecimiento por la información y fotos a:
CAMINOS DE SEFARAD – Red de Juderías de España