El Tepezcohuite también conocido en México como el «árbol de la piel», posee en su corteza importantes propiedades anti-microbianas, analgésicas y regeneradoras celulares.
La civilización maya ya lo utilizaba para el tratamiento de lesiones de la piel.
Desde la época precolombina, su corteza se ha utilizado para la curación de quemaduras, heridas y úlceras.
Nosotros nos concentraremos en su uso cosmético.
Se utiliza como remedio anti-caída del cabello, ayuda a mantener el cabello limpio y sano, evita el envejecimiento prematuro de la piel y mejora el aspecto de las estrías.
Se elaboran pomadas, lociones, cremas, champú, jabones, etc. que son de aplicación meramente externa.
Por sus propiedades reconstructivas ayuda a tratar afecciones de piel como acné, psoriasis, dermatitis, salpullido, irritación de la piel, herpes, piel marchita, manchas en la piel, quemaduras solares, enrojecimiento de la piel por el sol, hongos, etc.
Algunas cremas cosméticas actuales mantienen en su composición las bondades del “árbol de la piel”, el tepezcohuite.