EL SISTEMA DE NAVEGACIÓN EN EL REINO ANIMAL, a diferencia de nuestros aparatos de navegación -los cuales dependen totalmente de satélites-, se vale de diversos métodos: desde la observación de puntos de referencia y el Sol hasta la detección de campos magnéticos, aromas distintivos e incluso sonidos.
Un profesor de biología escribió que “los animales cuyas vidas dependen de la navegación precisa cuentan, sin excepción, con más equipamiento del necesario. […] Por lo general, vienen provistos de estrategias alternativas, y eligen una u otra según cuál sea la que les proporcione datos más fiables”.
El salmón: Es capaz de nadar miles de kilómetros en el océano para volver al río donde nació.
La tortuga laúd: un equipo de científicos siguió el rastro de una tortuga laúd que salió de su playa de anidamiento en Indonesia y nadó 20.000 km. hasta la costa de Oregón (EE.UU.). Esta especie acostumbra volver a la misma zona de Indonesia para desovar.
El albatros: Unos zoólogos tomaron 18 albatros de una pequeña isla en el centro del océano Pacífico y los trasladaron en aviones a miles de kilómetros de allí. A unos los soltaron cerca del extremo occidental del océano, y a otros cerca del extremo oriental. Al cabo de unas semanas, casi todos habían regresado a su punto de partida.
La paloma: En varios experimentos se han transportado completamente anestesiadas o en tambores giratorios a sitios desconocidos a más de 150 km. de su lugar de origen. Las aves empezaron a volar en círculo varias veces, calcularon su posición y se dirigieron directamente a casa.
La mariposa monarca: se desplaza más de 1.600 km. desde vastas zonas de Norteamérica hasta una pequeña región de México. Aunque nunca han estado allí antes, encuentran la ruta y llegan a las mismas arboledas y a los mismos árboles del año anterior sin que hayan estado allí, pues son ejemplares nuevos. Su sentido de orientación y navegación es una incógnita que trae de cabeza a los investigadores.
J.A.T.