De todos los animales acuáticos que existen vamos a mencionar 2 de ellos: la ballena azul y el delfín.
La ballena azul, el mamífero más grande que existe, también es la especie de mayor peso, tiene un peso medio de unas 120 toneladas, el peso equivale al de 30 elefantes. Puede medir hasta 30 metros de longitud y llegar a pesar unas 170 toneladas. Tan solo la lengua pesa unas 2,7 toneladas, y su boca abierta puede contener unos 90 toneladas de comida y agua, aunque su garganta “pequeña” le impide tragar objetos más grandes que una pelota de playa.
El corazón de los ejemplares más grandes puede pesar unos 600 kilos, y se encarga de hacer circular los casi 6.500 kilos que pesa su sangre. Su arteria aorta tiene unos 23 cm. de diámetro. Los recién nacidos pesan alrededor 3 toneladas (como un hipopótamo adulto) y tienen una longitud de 7-8 metros.
No obstante, a estos gigantescos monstruos marinos no se les puede catalogar como torpes y lentos, pues se desplazan por los mares a grandes velocidades. Su velocidad habitual es de 22 km/h, aunque cuando se sienten amenazadas puedes alcanzar casi los 50 km/h. Mientras se alimentan mantienen una velocidad que va desde los 2 km/h hasta los 6,5 km/h. Una localización por satélite mostró que un ejemplar había recorrido más de 16.000 kilómetros en 10 meses.
____________________________________________
El delfín mular suele nadar a profundidades de 45 metros, aunque la inmersión más profunda registrada es de 547 metros. Los elefantes marinos y los cachalotes alcanzan aún mayores profundidades. Para sobrevivir a tanta profundidad, durante la inmersión, su ritmo cardíaco disminuye y la sangre se concentra en el corazón, los pulmones y el cerebro. Por otra parte, sus músculos contienen una sustancia que almacena el oxígeno. Según la revista Discover, “en vez de contrarrestar la presión, permiten que esta comprima sus pulmones” y retienen en los músculos la mayor parte del oxígeno que precisan.
Nadan a una velocidad de 5-11 km/h aunque durante períodos cortos pueden llegar a los 35 km/h., y son bien conocidos por su carácter y curiosidad amistosos.
El ensayista griego Plutarco escribió de él que “es la única criatura que ama al hombre sin interés”.
The World Book Encyclopedia expuso que “muchos científicos catalogan a los delfines entre los animales más inteligentes, junto con los chimpancés y los perros”.
El libro Mysteries of the Deep reflejó que “aunque el delfín no necesita del ser humano, es curioso por naturaleza y es muy probable que le diviertan tanto nuestras gracias como a nosotros las suyas.”
Por ello, es frecuente que un nadador o buceador sea “investigado” por un grupo de ellos. De vez en cuando, los delfines han rescatado a buceadores y nadadores en peligro llevándolos a la superficie, un comportamiento que también demuestran hacia los miembros en peligro de sus propias especies.
En noviembre de 2004, un informe de Nueva Zelanda registró el caso más dramático de la intervención de un delfín: un gran tiburón blanco se acercó a 3 socorristas, nadando a 100 metros de la costa cerca de Whangarei. Un grupo de delfines, detectando al parecer el peligro de los nadadores, se reunió y los rodeó firmemente por unos 40 minutos, previniendo un ataque del tiburón.
J.A.T.
Agradecimiento fotos:
Corazón ballena azul: Apeksha roy – CC BY-SA 4.0
Comparativa delfín mular: Kurzon – CC BY-SA 3.0