En esta entrada comentaremos otros grandes animales acuáticos.
El tiburón blanco es quizás el carnívoro acuático más temible. Tiene unos 3.000 terribles dientes en 5-15 filas, que pueden superar los 7 cm. Pueden desarrollar en toda su vida más de 20.000 dientes, pues le crecen nuevos dientes de forma constante al perderlos fácilmente por carecer de raíces. Puede introducir en su boca unos 14 kg de carne de un solo mordisco.
La longitud más frecuente en el tiburón blanco adulto es de 5-7,5 metros. El mayor ejemplar de la historia medía unos 7 metros de largo y pesaba 3.200 kilos.
Su sentido del olfato es tan agudo que le permite detectar una gota de sangre diluida en 100 litros de agua. Puede nadar a una velocidad de 40 km/h en períodos muy cortos.
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El tiburón ballena es, actualmente, el pez más grande, con una longitud aproximada de 12 metros. Puede pesar unas 20 toneladas. Con su boca de más de 1 metro podría tragarse a un hombre fácilmente. Pero no es un feroz depredador, pues se alimenta de plancton y peces pequeños. Siendo dócil, no se asusta cuando se le aproximan nadadores y buzos. Aunque no hay exactos sobre su biología reproductiva, se han registrado hembras de tiburón ballena que estaban preñadas con 300 crías.
Según la revista National Geographic –haciendo referencia al pasaje bíblico de Jonás –a quien tragó un gran pez-, “la insólita anatomía digestiva del tiburón ballena lo hace un serio candidato para la historia de Jonás”. Además, tienen “una manera pacífica de eliminar los grandes objetos difíciles de digerir que tragan por accidente”.
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El pulpo gigante es otra enorme criatura marina de unos 9 metros y aunque su peso medio puede ser de 50 kilos, el récord está en 272 kilos. Leyendas antiguas lo pintan como una criatura malvada capaz de hundir embarcaciones con sus 8 tentáculos de hasta 4,3 metros de longitud.
En realidad, más bien es un animal tímido que se esconde en las cuevas y grietas del fondo marino. Posee el cerebro más grande de todos los invertebrados. De hecho, los pulpos son los invertebrados más inteligentes, y pueden aprender tareas complejas como salir de laberintos y desenroscar tapaderas de frascos.
El pulpo gigante —como el calamar gigante— se camufla cambiando de color, utiliza propulsión a chorro para desplazarse en el agua y escapa del peligro lanzando una densa nube de tinta. Incluso es capaz de salir a ratos del agua en busca de comida.
J.A.T.
Agradecimiento fotos:
Tiburón blanco: Terry Goss, CC BY 2.5
Comparativa tiburón blanco: Kurzon – CC BY-SA 3.0
Tiburón ballena: Zac Wolf (original) – Stefan (cropping), CC BY-SA 2.5
Comparativa tiburón ballena: Matt Martyniuk – CC BY-SA 3.0
