La historia de la Batalla de El Álamo transforma una aplastante derrota militar en una victoria, por la épica resistencia de los combatientes derrotados. Por ello, las ruinas de El Álamo en San Antonio de Béjar (Texas) son visitadas por más de 2.500.000 personas cada año, siendo considerado un “santuario” por los estadounidenses. Es un enclave y un suceso crucial en la lucha de Texas por su independencia de México, y una efeméride en la historia de los EE.UU.: 23 de febrero de 1836.
El lugar fue la capilla de una misión franciscana, la Misión de San Antonio de Valero, fundada en 1716-1718. Antes de finales de ese siglo, la misión estaba abandonada y en ruina parcial. Después de 1801, tropas españolas la ocuparon ocasionalmente, y parece que llegó a ser conocida como “El Álamo” debido a que el sitio estaba poblado de álamos.
Texas era territorio mexicano y la dictadura del general Antonio López de Santa Anna les impedía comerciar con los EE.UU. al tiempo que les despojaba de muchos derechos estableciendo normas a los nuevos pobladores de Texas como la obligación de convertirse al catolicismo, españolizar sus nombres, o tratando de fomentar los matrimonios con mexicanas. También el tema de la esclavitud provocó tensiones ya que estaba completamente prohibida en suelo mexicano desde hacía tiempo mientras que la mayoría los colones procedentes del sur de EE.UU. eran esclavistas llevando con ellos más de 400 esclavos, y que, para el inicio de la Revolución de Texas en diciembre de 1835, llegaban a los 2.000 esclavos.
Un joven coronel de 26 años, William Barret Travis, expulsó a la guarnición mexicana y se hizo fuerte en El Álamo con menos de 200 hombres. Mientras, el general Sam Houston se encargaba de crear un ejército con el que luchar contra los mexicanos.
El mismo general Santa Anna, junto a 7.000 hombres, quiso abortar la revolución texana, empezando por El Álamo. Para ese tiempo, 187 hombres defendía la plaza, entre los que estaban dos de héroes populares a la sazón: Davy Crockett, cazador y trampero, y el aventurero Jim Bowie, famoso por su arma favorita, un cuchillo de cazador (23,5 cm de largo y 3,8 de ancho), que hoy en día lleva su nombre.
Aunque Sam Houston, nombrado Comandante General del Ejército de Texas, aconsejó el abandono del fuerte pues era imposible de defender con tan escaso número de hombres, los hombres de El Álamo se negaron a hacerlo. Así, el 23 de febrero de 1836, el poderoso ejército de Santa Ana (1.800-6.000 soldados) llegó a las puertas de El Álamo y, antes de atacarlo, les ofreció una rendición que el coronel Travis no aceptó. Es más, envió una carta en la que solicitaba el apoyo de “la gente de Texas y de los estadounidenses del mundo”.
Durante 13 días resistieron el ataque continuado de la artillería del ejército mexicano. Pero, al amanecer del 6 de marzo, los mexicanos lanzaron un ataque simultáneo por los cuatro costados, abriendo brecha en el muro exterior del patio. Se cree que el primero en morir fue el coronel Travis de un disparo en la cabeza, mientras Bowie estaba gravemente enfermo en el hospital del fuerte, y en el que murió a bayonetazos.
Se estiman las pérdidas mexicanas entre 600-1.600 soldados muertos y 300 heridos, y prácticamente la totalidad de los texanos, dado que Santa Anna había dado instrucciones de no tomar prisioneros (solo sobrevivieron unas 15 mujeres y niños). Según fuentes, los últimos supervivientes, incluido Davy Crockett, fueron fusilados por los mexicanos. Este asedio se convirtió en un símbolo de resistencia heroica.
Ese tiempo de resistencia permitió que Houston reuniera un ejército de voluntarios de unos 900 hombres con los que casi mes y medio después, el 21 de abril, derrotaron a Santa Anna y sus 1.200-1.300 hombres en la Batalla de San Jacinto (en la que México perdió Texas por una siesta, y que se comenta en otro post) al grito de: “¡Recordad El Álamo!”. Santa Anna fue hecho prisionero y se le obligó a reconocer la independencia de Texas. Houston fue nombrado presidente, y en 1845, Texas se convirtió en el estado número 28 de la Unión.
En el año 2015, la UNESCO designó a El Álamo como Patrimonio de la Humanidad junto a otras 4 cercanas misiones españolas del siglo XVIII.
Lógicamente, esta historia no podía pasar desapercibida para el cine, que la ha elevado al status de leyenda. De entre todas las películas que narran este suceso estas son las más conocidas:
- 1953 – El desertor de El Álamo – Glenn Ford
- 1960 – El Álamo – John Wayne, Richard Widmark
- 1987 – Álamo: trece días para la gloria (TV) – Alec Baldwin, James Arness y Brian Keith
- 2004 – El Álamo: la leyenda – Dennis Quaid, Billy Bob Thornton, Jason Patric
J.A.T.
Agradecimiento información: Encyclopaedia Britannica