El nacimiento de una nación, uno de los filmes más famosos del cine mudo, es también de las más incorrectas por ser la película más racista de la historia. Apoyaba, sin pudor alguno, la supremacía de la raza blanca, ya que, en ella, los miembros pertenecientes al Ku Klux Klan aparecen como los héroes, salvando a los blancos de los “malísimos” negros. Esos actores negros, en realidad, eran actores blancos con maquillaje, en buena lógica, porque pocos actores de raza negra o afroamericanos querrían trabajar en una película que hacía apología de esta organización racista.

Esta película fue dirigida por el director David Wark Griffith.

Se estrenó el 8-febrero-1915, y ese estreno suscitó tan gran polémica, hasta el punto de prohibirse su exhibición en 7 ciudades de los EE.UU., entre ellas, Chicago y Los Ángeles. En Boston hubo gravísimos altercados policiales. En algunas ciudades del Sur grupos violentos de supremacistas blancos, espoleados por la película, llevaron a cabo linchamientos y ataques a cualquier ciudadano negro que se cruzara en su camino.

En esos momentos el Ku Klux Klan apenas tenía incidencia, con escasos miembros; pero el film le hizo resurgir, se puso de moda, llegando a alcanzar los 5.000.000 de miembros. Griffith era racista. Es posible que el hecho de que su padre fuera oficial confederado que luchaba en defensa de los estados esclavista del Sur durante la Guerra de Secesión americana influyera en sus conceptos.

David Wark Griffith es, posiblemente, el director más importante de la historia del cine, llegando a dirigir más de 500 películas. Quizá las más importante de ellas sea esta, cuyo título inicialmente fue The Clansman (El hombre del Klan), aunque después fuera cambiado a El nacimiento de una nación (The Birth of a Nation).

Griffith inventó muchos de los “secretos” y recursos visuales que dan emoción a una película como el montaje, los primeros planos, los fundidos, las panorámicas… Todos estos recursos los podemos observar en El nacimiento de una nación.

Pese a su temática, el impacto del film en la historia de América se percibe en la película Forrest Gump, que hace un recorrido por los momentos más importantes de la historia de los EE.UU. Entre esos momentos, figura la referencia a El nacimiento de una nación, en la que aparece Tom Hanks con el siguiente relato:

“Cuando era bebé, mamá me puso el nombre de un gran héroe de la Guerra Civil, el general Nathan Bedford Forest. Ella decía que estábamos emparentados con él, y ese señor se ve que empezó un club que se llamaba Ku Klux Klan. Y todos se vestían con sus batas y sábanas, y hacían como que eran fantasmas o espíritus, o algo así. Hasta les ponían sábanas a los caballos para dar vueltas por ahí. Y bueno, por él me llamo así: Forrest Gump.”

Desde un punto de vista “técnico”, la película es una gran obra y pone el modelo para realizaciones posteriores, aunque, desde un punto de vista “ético”, sea moralmente rechazable, dado que justifica la creación del Ku Klux Klan como un método de contener las supuestas tropelías que la población negra perpetraba en el sur de los EE.UU. Según los expertos, esta película marcó un antes y un después en la forma de contar historias en la pantalla.

De hecho, pese a la inclinación racista del propio Griffith, las críticas hacia él fueron un motivo para que el mismo cineasta rodara al año siguiente, 1916, la película Intolerancia para borrar las acusaciones de racismo que pesaban sobre él.

J.A.T.

Agradecimientos: La noche de… (Euskal Telebista)   –                             Paramount Pictures