Saludo militar. En la imagen vemos uno de los diferentes saludos de carácter militar, quizá el más extendido y conocido; pero no es el único, y cada uno tiene sus historias, es decir que hay diferentes teorías sobre su origen. Hagamos un repaso de alguna de esas teorías en un orden, más o menos, cronológico.
Origen Romano
Algunos consideran que proviene del Imperio Romano, cuando los soldados miraban a sus superiores y se cubrían la cara para protegerse del sol. Otra teoría afirma que se trataba de un gesto que indicaba a la otra persona que no se iba armado. Algunos restos arqueológicos parecen apoyar este origen.
Por otra parte, hemos visto en numerosos “péplum” (“pelis de romanos”, como las conocíamos) cómo los soldados extendían su brazo y mano derecha en posición recta. Parece que fue usado ampliamente por las legiones romanas aunque hoy ha desaparecido prácticamente.
“Ni una sola obra de arte romana (escultura, acuñación o pintura) muestra un saludo del tipo que se encuentra en el fascismo, el nazismo y las ideologías relacionadas. También es desconocido para la literatura romana y nunca lo mencionan los historiadores antiguos ni de la Roma republicana ni de la imperial.”Martin M. Winkler (historiador)
No obstante, se toma como base de este saludo, algunos relieves de la Columna de Trajano (Roma), y de estatuas de algunos emperadores (como Augusto o Marco Aurelio) en los que se muestra a legionarios saludando al emperador, con los brazos extendidos y la palma de la mano abierta y hacia el suelo, en un ángulo de 45º, aunque no hay certeza de que esto fuese una forma habitual de saludo.
Este tipo de saludo romano reapareció en obras de arte del siglo XVIII, dando a este saludo un sentido cívico o heroico. Un ejemplo lo tenemos en la pintura neoclásica del artista francés Jacques-Louis David, “El Juramento de los Horacios” (1784) –imagen derecha-.
Origen medieval
Quizá la teoría que más aceptación tiene y la más conocida tiene que ver con esta época. Los caballeros llevaban yelmos metálicos que tenían una visera abatible que protegía la cara en el combate o en las justas. Como un ademán de saludo y de manifiesto respeto hacia su contrincante elevaban con la mano dicha visera. También se realizaba este gesto cuando se dirigían al rey, para que éste pudiera mirarles a los ojos, transmitiendo la idea de respeto y saludo a su Señor.
En la película La última fortaleza (2001) con Robert Redford, interpretando al general Eugene Irwin, se explica que el origen de este saludo venía de la Edad Media, cuando los caballeros se acercaban y levantaban la visera de sus yelmos para enseñar la cara: “Era como decir: “Este soy yo. No soy tu enemigo y no tengo miedo.””
Origen colonial
Otra teoría lo sitúa en la época colonial inglesa cuando los colonos africanos ponían su mano en la frente para protegerse del sol mientras miraban como la Reina se bajaba de su montura durante su visita a las colonias. Parece que la Reina entendió esto como una muestra de respeto y sumisión.
Origen moderno
Hay otra teoría que hace referencia a la costumbre de saludar a un oficial superior quitándose el sombrero.
Posteriormente, en el siglo XVIII, las ordenanzas del Ejército británico establecieron que no era obligatorio el descubrirse la cabeza para saludar a un superior, siendo suficiente el sujetar el ala del sombrero, haciendo el ademán de descubrirse, aunque sin llegar a hacerlo.
J.A.T.