PERSONAJES (VI)

 

Molly Brown

Margaret Brown conocida como Molly Brown.Aunque así es como se le conoce, su nombre real era Margaret Tobin Brown, y fue una filántropa y activista estadounidense, de origen humilde, que se hizo millonaria tras descubrir oro en una mina. Su esposo, James Brown, superintendente de las minas que poseía la empresa Ibex Company, puso en marcha un proyecto para evitar el derrumbamiento de las galerías de las minas: forrar las galerías con maderas y fardos que sostuvieran las bóvedas. Así, se podía cavar más profundo y con mayor seguridad, llegando a descubrir oro. La empresa, para recompensarlo, le concedió el 12,5% de capital social a James Brown y, además, un puesto en el Consejo de Administración. Gracias a este golpe de suerte, lo primero que hizo fue buscar educación, por lo que empezó a estudiar arte y, en unos años, hablaba con fluidez alemán, francés, italiano y ruso. Entraron en la alta sociedad, lo que no le impidió a Margaret dedicar sus esfuerzos en ayudar a los más desfavorecidos y en luchar por los derechos de las mujeres y los niños, incluso por los mineros del estado de Colorado.

Teniendo como ídolo a la gran Sarah Bernhardt, se dedicó también a su gran pasión: el teatro.

Pero, sin duda, es más conocida por ser superviviente del naufragio del Titanic, que la calificó como “La insumergible Molly Brown”.

Margaret Brown, conocida como Molly Brown.Se separó de su marido tras 23 años de matrimonio al descubrir que la engañaba. No se divorciaron oficialmente, por lo que llevó el apellido de su esposo. 13 años más tarde éste murió, lo que aprovechó para viajar, recalando en Egipto. En El Cairo, contactó con el empresario estadounidense John Jacob Astor IV (de 48 años) y su esposa, Madeleine (de 19), que estaban de luna de miel, y le hablaron del lujoso transatlántico Titanic, y que habían reservado plaza en el viaje inaugural. Margaret visitó a una vidente, quien le dijo que no embarcara porque estaría en peligro. Esto le resultó gracioso porque, para volver a América, tenía que coger un barco forzosamente, por lo que compró un amuleto de jade que, supuestamente, le daría suerte.

Volvió con ellos a Francia; pero, allí se enteró de que su nieto estaba enfermo, por lo que decidió tomar el primer barco a Nueva York: el Titanic. Tuvo que tomar primero el transbordador SS Nomadic que le llevó al Titanic, en el que le otorgaron un camarote de la cubierta E, el E-23. Durante el viaje, se codeó con la élite de la alta sociedad como Benjamin Guggenheim (magnate del cobre), Charles Melville Hays (magnate de los ferrocarriles de EE.UU.), el gran terrateniente Cosmo Edmund Duff-Gordon y su esposa, Lucy, modista de la aristocracia.

Cuando llegó el momento del choque con el iceberg que causaría el hundimiento del Titanic, Molly estaba leyendo en su cama. Se le avisó de que había que abandonar el buque, por lo que se vistió, cogió su chaleco salvavidas y 500 dólares de la caja fuerte, que metió en una carterita que llevaba al cuello, así como su talismán de jade que guardó en un bolsillo. Dejó en el camarote sus libros, un guardarropa enorme, 13 pares de zapatos parisinos y joyas, incluido un collar de 352.000 dólares.

Ayudó a otras mujeres a subir al bote 6 antes de subir ella. Había en el bote unas 20 mujeres y unos 5-6 hombres, de los cuales 4 eran de la tripulación. Una vez en el agua hizo frente, con las otras mujeres, a la arrogancia del responsable del bote, el cabo Robert Hichens, quien rehusó regresar para recoger más náufragos –todavía había sitio para unas 40 personas más-. Ella le echaba en cara que no hacía nada mientras las mujeres ya habían remado durante 2 horas. Durante la noche, tuvo más enfrentamientos con el cabo, y fueron de tal magnitud que, durante la investigación del naufragio, el senador William Alden Smith, le pidió explicaciones. Molly expresaría:

“Había un ser en nuestro bote al que no podría llamar hombre pues nada, excepto su ropa, me permitía calificarlo como tal, debido a su cobardía”.

Una vez en el Carpathia, el barco que los rescató, colaboró en la elaboración de la lista de supervivientes y como traductora, al hablar francés y alemán. Consiguió 10.000 dólares en una colecta que realizó entre los supervivientes de 1ª clase y los pasajeros del Carpathia. La leyenda popular afirma que, cuando llegó a tierra firme en Nueva York exclamó: “Es la suerte de los Brown. Soy insumergible”.

Molly Brown haciendo entrega de un premio al capitán Arthur Henry Rostron por su participación en el rescate del Titanic.

Molly Brown entregando un premio al capitán Arthur Henry Rostron por su participación en el rescate del Titanic.

Poco más de un mes después, como presidenta del comité de supervivientes que contribuyó a crear, entregó una copa de plata a Arthur H. Rostron, capitán del Carpathia, por la ayuda prestada, así como medallas al resto de la tripulación. También le entregó su amuleto de jade al capitán .

Se encontraba en Francia cuando estalló la I Guerra Mundial. Acorde con sus conceptos, fue al frente para participar en curar soldados, con otras mujeres, lo que le valió la más alta distinción otorgada por Francia: la Orden Nacional de la Legión de Honor, instaurada por Napoleón Bonaparte, y que se otorga a hombres y mujeres, franceses o no, por sus méritos en el ámbito civil o militar en el país.

Años después, en una entrevista se mostró contraria a la norma de que, en el mar, las mujeres tienen prioridad sobre los hombres: “Si las mujeres piden igualdad de derechos en tierra, ¿por qué no en el mar?” Junto a su amiga filántropa, Anne Morgan, ayudó a crear un museo de historia franco estadounidense.

Molly Brown (Kathy Bates)En la película “Titanic”, su personaje es interpretado con la magnífica actriz Kathy Bates, con la que tiene cierto parecido físico. El director utiliza el nombre de Molly, y presenta una imagen bastante realista de cómo era: una mujer culta, y segura de sí misma, dando un buen trato al protagonista, Jack Dawson (Leonardo Di Caprio), pese a ser un pasajero de 3ª clase.

Incluso tiene su espacio en una atracción del parque temático Disneyland París. Es el nombre de un barco de vapor que hace un tour por un estanque durante unos 15 minutos en el que se cuenta su historia por un altavoz. En la vitrina de la biblioteca del salón privado del barco se puede ver una foto original suya mientras bajaba del Carpathia.

J.A.T.

Agradecimiento fotograma Kathy Bates: Cortesía de 20th Century Fox.