Johann Sebastian Bach tenía una profunda relación con la religión, y esta fe cristiana se reflejó en gran parte de su música. Bach era un devoto luterano, y muchos de sus trabajos fueron compuestos con fines litúrgicos o como expresión de su fe. Compuso numerosas obras sacras, incluyendo cantatas, motetes, misas y oratorios.
Ejemplos de Obras Religiosas
La Misa en Si menor (BWV 232)
Considerada una de las más grandes composiciones religiosas de todos los tiempos, esta obra fue escrita para coro, solistas y orquesta. Aunque no fue concebida para ser interpretada en una sola ocasión litúrgica, es una expresión del profundo fervor religioso de Bach y de su maestría en la composición coral.
El Arte de la Fuga y La Ofrenda Musical:
Aunque no son obras religiosas explícitas, muchos creen que estas composiciones, profundamente abstractas y estructuralmente perfectas, también son una búsqueda de lo divino a través de la música.
Las Pasiones: Son obras monumentales que narran la historia del sufrimiento y la muerte de Jesucristo. Estas composiciones son profundas meditaciones sobre el sacrificio de Cristo y la redención de la humanidad.
Pasión según San Mateo (BWV 244):
Una de las obras sacras más importantes de Bach, en la que relata la crucifixión de Jesucristo según el Evangelio de Mateo. Está compuesta para solistas, doble coro y orquesta, y su música está llena de dramatismo y devoción.
Pasión según San Juan (BWV 245):
Similar a la Pasión según San Mateo, esta obra narra los últimos días de Jesús según el Evangelio de Juan. Tiene un carácter más intenso y conciso que la Pasión según San Mateo.
Cantatas Sacras: Bach escribió más de 200 cantatas, la mayoría de ellas basadas en textos bíblicos y escritas para ser interpretadas durante el culto luterano. Cada cantata tenía un tema bíblico que a menudo coincidía con la lectura del Evangelio del día. Entre las más conocidas están:
- Cantata 140: «Wachet auf, ruft uns die Stimme» (BWV 140): Esta cantata es una de las más célebres de Bach, con un coro inicial famoso y un uso emotivo del coral luterano.
- Cantata 147: «Herz und Mund und Tat und Leben» (BWV 147): De esta cantata proviene el famoso coro «Jesús, alegría de los hombres».
Estas composiciones no solo eran musicales, sino también teológicas, profundamente enraizadas en las creencias luteranas sobre la redención, el sufrimiento de Cristo y la salvación.
Para Bach, la música era una forma de glorificar a Dios. En muchas de sus partituras, escribía «Soli Deo Gloria» («A Dios sea la gloria») o simplemente las iniciales «S.D.G.» al final de sus composiciones, expresando que el propósito de su música era rendir honor a Dios.
Teología Luterana en Bach
Bach estuvo influenciado por los ideales de Martín Lutero, el reformador protestante, quien enfatizó la importancia de la música en la adoración cristiana. Lutero creía que la música tenía un poder único para conmover el corazón y el alma, una visión que Bach compartía profundamente. La música de Bach no solo era estética, sino también una proclamación de fe, con un mensaje que buscaba transmitir el amor y la justicia divina.
Fallecimiento
Hacia 1740, Bach tuvo problemas de visión que fueron degenerando. En marzo y abril de 1750, el cirujano ocular británico John Taylor le realizó dos intervenciones para quitarle las cataratas, pero Bach perdió la vista casi por completo. Estuvo postrado en cama hasta julio antes de sufrir un derrame cerebral, muriendo 10 días después, el 28 de julio de 1750. Pese a sus 65 años su mente todavía seguía siendo prodigiosa.
Algunos especulan con que su muerte fue causada por una apoplejía complicada por una neumonía. Por su parte, el biógrafo Christoph Wolff sugiere que su rápido deterioro, tras sus fracasadas intervenciones de cataratas, podría deberse a una diabetes no tratada, algunos de cuyos síntomas eran similares a los que tenía Bach.
Lo cierto es que, para Johann Sebastian Bach, la música y la fe estaban profundamente entrelazadas, y su legado es un testimonio de cómo usó su talento musical para expresar su devoción a Dios.
J.A.T.