Entre los insectos que más atrae tanto al ser humano, tanto a adultos como a niños, son las mariposas. Estas criaturas de sangre fría pertenecen al orden de los lepidópteros (del griego, “lepis”, que significa “escama”, y de “pteron”, “ala”). Generalmente nos fijamos más en las mariposas diurnas (Ropalóceras) aunque la mayoría son nocturnas (Heteróceras), como las polillas, esfinges….
Según National Geographic hay unas 24.000 especies diferentes cuya media de peso ronda los 0,005-0,006 gramos. Las más grandes pesan alrededor de 1 gramo. Tienen 6 patas, 2 alas y un cuerpo con 3 partes: cabeza tórax y abdomen.
La vida de las mariposas varía en función de su especie: unas horas, unos días o unos 2 meses. Algunas, como la Monarca y otras, suelen tener un promedio de vida de hasta 9 meses.
La mariposa diurna más grande del mundo es la Alas de Pájaro Reina Alexandra (Ornithophera alexandrae) (imagen izquierda) –que vive en Papúa Nueva Guinea-, y puede llegar a los 31 cm de envergadura, es decir, de punta a punta de las alas.
Entre las nocturnas, las más grandes son la Monarca –que habita en México, América Central y del Sur-, que también llega a los 31 cm de envergadura, y la Atlas, con 25-30 cm (es la mariposa con mayor superficie de alas: unos 400 cm2) y que se haya en el sudeste asiático, China e Indonesia.
Su ciclo de vida tiene 4 fases: huevo, larva (oruga), crisálida y adulto. El huevo se deposita en un tipo de hoja que la larva pueda comer, ya que cada tipo oruga tiene predilección por ciertos tipos de hoja.
Cuando la oruga se hace mayor se envuelve a sí misma en una crisálida, donde se iniciará la metamorfosis que la transformará en mariposa. Después de salir de la crisálida bombeará sangre hacia sus alas para poder volar, requiriéndose unas 3-4 horas para conseguirlo. Ahora buscará una pareja para aparearse y reiniciar el ciclo de vida.
El único lugar del mundo en el que no es posible encontrar mariposas es en la Antártida.
J.A.T.