¿De dónde son originarios?
¿Cómo se consiguen los colores de los espectáculos pirotécnicos?
Su origen está relacionado directamente con la invención de la pólvora, hace unos 1.000 años en China según se recoge en las memorias del rey Alfonso XI de Castilla). Los árabes la trajeron a Europa durante su expansión por el norte de África y España, inicialmente como elemento bélico y después se extendió con fines lúdicos, asentándola especialmente en la Comunitat Valenciana (Valencia, Alicante) y la Región de Murcia, los lugares actuales de mayor tradición pirotécnica. Destacan, entre dichos espectáculos, las Fallas de València y las Fiestas de Moros y Cristianos de Alacant.
Hay que hacer mención del Castell de L’Olla de Altea, (en Altea, Alacant) que atrae cada año a alrededor de 50.000 personas. Se celebra como un homenaje a San Lorenzo, y que compite con la lluvia de estrellas de las Perseidas, o también conocidas como “Lágrimas de San Lorenzo”. Éste es el único castillo de fuegos artificiales de todo el Mediterráneo que se lanza enteramente desde el mar –algunas “palmeras” pueden llegar a tener 300 metros de diámetro-.
Obviamente, por todo el mundo están extendidos los fuegos artificiales.
Los colores se consiguen utilizando diferentes minerales:
También se utilizan otros elementos químicos:
- Antimonio: consigue remarcar el halo de los brillos
- Calcio: da más intensidad a los colores
- Carbono: provee el combustible
- Magnesio: incrementa el brillo y la luminosidad
- Oxidantes: producen oxígeno para la combustión
J.A.T.
