Alonso de Céspedes nació en Horcajo de Santiago (Cuenca) en el año 1518. Al perder a sus padres mientras todavía era muy joven se adiestró en el manejo de las armas y en el arte de la guerra. Fue muy valorado por sus superiores y luchó con Carlos V en su guerra contra los protestantes. También peleó contra los sarracenos en África y contra los moriscos en Las Alpujarras.
Era un hombre alto, bien parecido, honesto y de gran fortaleza física. Lope de Vega escribió sus historias en su obra tragicómica “El valiente de Céspedes”.
Son tan grandiosas sus hazañas que se le podría denominar “El Hércules manchego”. Cuentan que su primera proeza la ejecutó con 6 años, al arrancarle la cabeza fácilmente con sus manos a un enorme ganso que, por su tamaño, les daba miedo a dos hermanas de Alonso.
En Aranjuez, en presencia del rey Felipe II, detuvo con sus manos la enorme rueda de un molino harinero.
En Barcelona se comentó que había arrancado la pila del agua bendita de una iglesia para ofrecer agua a cierta dama.
En Ocaña, le pidieron que levantara una pesada mesa de nogal en torno a la cual se había sentado toda la familia y algunos amigos. Alonso la cogió por una pata y la levantó sin que se cayeran las botellas y sin que se derramara una sola gota de los licores que había en las copas.
En Toledo, cuenta la tradición que lanzó al tejado de una casa próxima a un alguacil porque quería quitarle la espada.
J.A.T.