EL TABACO causa graves daños a las arteriolas –unos minúsculos vasos sanguíneos del corazón- aunque no se vean en las pruebas cardíacas convencionales. Por ello, cuando los fumadores sufren estrés físico o emocional, su corazón se ve privado de sangre, lo que aumenta aún más el peligro de un ataque cardíaco.
El Instituto Cardíaco de Des Moines (Iowa) en los EE.UU. realizó un estudio que mostró que esto sucede aun cuando el fumador no está fumando aunque, evidentemente, se agrava cuando sí lo está haciendo. Bajo tensión, las arteriolas se expanden y transportan al corazón una cantidad de sangre 4 veces mayor de lo normal. Sin embargo, en los fumadores se reducen en un 30%.
Cuando Cristóbal Colón regresó a Europa después de su viaje a América en 1492, trajo semillas de una planta que los indios americanos apreciaban mucho por sus propiedades medicinales. Posteriormente, Nicolás Monardes, un médico y botánico español (1508-1588), en su obra (Primera y segunda y tercera partes de la historia medicinal de las cosas que traen de nuestras Indias Occidentales -1574- ) identificó esa hierba con el nombre de tabaco (o picielt, según los indios). Los conquistadores españoles, “enseñados por los indios, se aprovecharon de ella en las heridas que en la guerra recibían, curándose con ella con grande aprovechamiento de todos.” Pero el uso que más captó la atención de los exploradores fue otro. Monardes añade: “Una de las maravillas de esta yerba, y que más admiración pone, es el modo como usaban de ella los sacerdotes de los indios, que hacían en esta forma: cuando había entre los indios algún negocio de mucha importancia, en que los caciques, o principales del pueblo tenían necesidad de consultar con sus sacerdotes el tal negocio, el sacerdote luego en presencia de ellos tomaba unas hojas de tabaco y echábalas en la lumbre, y recibía el humo de ellas por la boca y por las narices, por un canuto. En tomándolo caía en el suelo como muerto y estaba así conforme a la cantidad del humo que había tomado, y cuando había hecho la yerba su obra, recordaba y dábales las respuestas conforme a los fantasmas e ilusiones que mientras estaba de aquella manera veía. Así mismo los demás indios, por su pasatiempo, tomaban el humo del tabaco.”
Sir Walter Raleigh tomó posesión de Virginia en 1584. Al crecer la colonia, la costumbre india de fumar tabaco también se hizo popular entre aquellos pobladores. Cuando regresó a Inglaterra introdujo y promocionó esa costumbre. Sin embargo, su propio rey, Jacobo, se opuso a esta nueva costumbre por lo que alertó a sus súbditos de los peligros de fumar tabaco.
J.A.T.