Otro elemento devastador, además de los terremotos y los tsunamis, es el huracán, el cual pasa por 2 etapas previas antes de convertirse en huracán:

  • Depresión tropical: sistema tormentoso con nubes y tormenta eléctrica con una circulación cerrada y definida que produce fuertes vientos y abundante lluvia.
  • Tormenta tropical: sistema con fuertes tormentas eléctricas y con una circulación bien definida que muestra la distintiva forma ciclónica, es decir, una rotación en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte y en el sentido de las agujas del reloj en hemisferio sur.
Huracán Katrina (agosto 2005)

Huracán Katrina (agosto 2005)

Un huracán conlleva peligros asociados tales como:

Vientos huracanados: a mayor velocidad, mayor presión ejercerá sobre los objetos, aumentando el cuadrado de su velocidad. Así, si la velocidad aumentara 4 veces, la presión lo hará 16 veces. Es cierto que cuando el huracán entra tierra adentro pierde fuerza debido a que pierde la energía del agua caliente y a la fricción con el suelo.

Inundaciones y fuertes lluvias: El viento lleva consigo tierra adentro el agua del mar. Si a esto le añadimos fuertes lluvias –al tocar tierra produce unos 25-38 cm o más de precipitaciones-, esto puede provocar inundaciones de alrededor de más de ½ metro.

Marejadas ciclónicas: Son un aumento del nivel del mar que pueden llegar unas 5 horas antes de la tormenta, anegando las zonas más bajas de la costa. Pueden venir con olas de hasta 8 metros y si coincide con marea alta el resultado puede ser devastador. En 1900, en el huracán de Galveston (EE.UU.), la mayor parte de los 6.000 fallecidos lo fueron por la marea ciclónica.

Tornados: Cuando los vientos entran tierra adentro y golpean la tierra y edificios, esta fricción favorece la formación del tornado.

J.A.T.