PRESIDENTES ASESINADOS (I)

En la historia de los EE.UU., han sido asesinados 4 presidentes . Esto se ha relacionado popularmente con la Maldición de Tecumsé o la Maldición de los 20 años, que hace referencia a un patrón según el cual, entre los años 1840-1960, los presidentes estadounidenses que hubiesen ganado las elecciones en un año terminado en “cero” (por ejemplo 1840, 1860, 1880, etc.) morían en el cargo.

Al parecer esta maldición derivaría de un episodio sucedido hacia 1811, tras la Batalla de Tippecanoe entre el Ejército, al mando de William H. Harrison –posteriormente sería candidato presidencial- y los Shawnee, tribu de indios americanos liderados por Tecumsé y su hermano Tenskwatawa, conocido con el apelativo de «El Profeta». Supuestamente, Tenskwatawa lanzó una maldición contra Harrison y todos los futuros ocupantes de la Casa Blanca, indicando que “todo Gran Jefe escogido cada 20 años de ahí en adelante morirá, y cuando cada uno muera, que todos recuerden la muerte de nuestro pueblo”. Así ha ocurrido en los casos de:

1.- ABRAHAM LINCOLN

 

John Wilkes Booth

John Wilkes Booth

John Wilkes Booth era un simpatizante de la causa confederada, y su primera idea fue secuestrar a Lincoln para forzar al Norte a intercambiar prisioneros, ya que Ulysses S. Grant, comandante en jefe de la Unión, suspendió el intercambio de prisioneros cuando el Sur se negó a liberar a los soldados negros, lo que mermó el número de posibles soldados del ejército del Sur.

Cuando en abril de 1865, Lincoln dio un discurso que expresaba su apoyo a dar a los negros el derecho a voto, Booth cambió el plan de secuestro por el de asesinato.

Booth le disparó en la cabeza mientras asistía a una representación en el Teatro Ford (día 14 de abril), y aunque sobrevivió al balazo, la gravedad de la herida hizo que falleciera al día siguiente (día 15).

Al saltar del palco, cayó mal y se fracturó el peroné izquierdo por encima del tobillo. Cruzó el escenario dando la impresión al público de que era parte de la representación. Exhibió su cuchillo exclamando la frase: “¡Sic Semper tyrannis!” (“¡Así siempre a los tiranos!”). Este lema aparece en el escudo de Virginia junto a una alegoría de la Virtud venciendo a la Tiranía. (Esta frase se le ha atribuido popularmente a Bruto en el momento en que asesinaba a Julio César, aunque parece que no fue una frase proferida por este sino una invención posterior.) Otras fuentes exponen que añadió a la referida frase: “¡El sur ha sido vengado!”. Salió por la puerta por la que había entrado y huyó a caballo.

Se inició su búsqueda y captura, y el ejército le descubrió, 12 días después, en una granja junto a otro conspirador, David Herold, quien se rindió. Booth no lo hizo y los soldados dispararon contra el edificio donde estaba. Uno de los disparos le cortó la médula espinal en la parte trasera de la cabeza; cuando uno de los soldados le dio un poco de agua, Booth le dijo: “¡Dile a mi madre que morí por mi patria!”. Murió 2 horas después.

J.A.T.